La Organización de Estados Americanos (OEA) denunció en un comunicado que las elecciones presidenciales en Venezuela sufrieron “la manipulación más aberrante” por parte del régimen de Nicolás Maduro. La OEA afirmó que a lo largo del proceso electoral se aplicó “un esquema represivo complementado por acciones tendientes a distorsionar completamente el resultado electoral”.
“La peor forma de represión, la más vil, es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones. La obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia, la transparencia del proceso electoral. El pueblo debía de contar con las máximas garantías de libertad política para poder expresarse en las urnas, y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos”, comenzó el escrito de la organización.
La organización pidió a Maduro aceptar su derrota electoral y abrir el camino al retorno de la democracia en Venezuela. Según la OEA, el comando de campaña opositor ya presentó las actas por las que habría ganado la elección, mientras que el madurismo aún no ha podido presentar las suyas.
La OEA manifestó que de no aceptar Maduro las actas de la oposición, sería necesaria la realización de nuevas elecciones con observación de la Unión Europea y la OEA, y con un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) para reducir las irregularidades institucionales.
Finalmente, la organización subrayó que el pueblo de Venezuela continúa siendo víctima de la represión, “fruto de una gestión ineficiente que ha sembrado las más graves crisis humanitaria y migratoria que ha conocido la región”.
Estos son los hechos que, según la OEA, imposibilitan el reconocimiento democrático a las elecciones en Venezuela:
- La opacidad del CNE y su resistencia a la observación nacional e internacional,
- La extrema inequidad en la contienda,
- La intimidación y la persecución política,
- La supresión de candidaturas,
- Los ataques a la prensa y al derecho a la información,
- La demora en la apertura de centros de votación y en la divulgación de los resultados,
- La renuencia a permitir el ingreso de testigos de las fuerzas de la oposición a las mesas y centros de votación o entregarles la copia del acta de escrutinio,
- La suspensión en la transmisión de resultados desde distintos centros de votación,
- La interrupción del servicio de la página del CNE desde la noche del domingo,
- El anuncio de un supuesto hackeo al sistema de transmisión sin aportar prueba alguna y la contradicción entre los porcentajes anunciados y los ejercicios de verificación ciudadana que se hicieron públicos al concluir el escrutinio, que además coincidían con los muestreos y encuestas de boca de urna que aplicaron metodologías técnicas.