La ONU, a través de su vocero Stéphane Dujarric, expresó su preocupación por la situación en Bolivia, donde los bloqueos liderados por seguidores de Evo Morales cumplen 23 días. Dujarric indicó que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, está monitoreando la escalada de tensiones y ha instado a las partes a actuar con moderación y evitar actos de violencia.
La situación se ha intensificado con jornadas de violencia durante operativos policiales para desbloquear rutas, donde tanto el Gobierno como los seguidores de Morales han denunciado agresiones. En respuesta, Morales ha manifestado su disposición al diálogo, aunque condiciona este encuentro a la discusión de temas económicos y políticos, así como el cese de la represión.
Los bloqueos comenzaron el 14 de octubre en apoyo al líder cocalero en problemas legales, pero las demandas han evolucionado hacia cuestiones económicas y políticas. Morales justificó estas acciones como una “medida de presión legítima” frente a la crisis económica que enfrenta el país, que incluye desabastecimiento y aumento de precios.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias advirtió sobre un “colapso económico” en Bolivia, señalando que las pérdidas económicas ya superan los 2.109 millones de dólares debido a los bloqueos.