“Presa o muerta”. Visiblemente furiosa, Cristina Kirchner cerró con ese eslogan su respuesta a la
sentencia a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de la función pública en el marco del denominado juicio por Vialidad, un discurso de casi una hora en el que acusó al Poder Judicial de “mafia y Estado paralelo”, buscó defenderse del veredicto por corrupción con evasivas y un detallado análisis de los chats hackeados y divulgados el fin de semana, vinculados al viaje al Sur de jueces, empresarios y funcionarios, y en el que dejó un sorpresivo anuncio: dijo que el año próximo año “no será candidata a nada”.
“No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor a que la maltraten en un período electoral con una candidata condenada. Bueno, no voy a ser candidata. Una muy buena noticia para usted, (Héctor) Magnetto. El 10 de diciembre del 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta. Pero mascota de usted nunca, jamás. No voy a ser candidata a nada. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta”, sorprendió la ex Presidenta, minutos después de la lectura del veredicto del TOF2 que siguió desde su despacho del Senado, rodeado por un puñado de militantes al igual que los tribunales federales de Comodoro Py.
En los últimos meses, en especial a partir de los alegatos finales de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, el kirchnerismo y buena parte del Frente de Todos se embarcaron en un creciente operativo clamor en torno a una candidatura presidencial de la Vicepresidenta para el año próximo que este martes, la propia ex mandataria, le puso un freno.
El domingo, en vísperas de la sentencia, Andrés “Cuervo” Larroque había enfriado el tema: “(La candidatura de Cristina Kirchner) Es una expresión de deseo, no es la salvadora”, aseguró. ¿Contaba con información previa?
“Esto es lo que querían, esta es la verdadera condena. Me va a poder meter presa después del 10 de diciembre, eso sí, siempre y cuando a algunos Caputos de la vida no se les ocurra financiar a algunas otras bandas de marginales y antes del 10 de diciembre del 2023 me peguen un tiro, que es es lo que usted quiere: presa o muerta”, insistió la Vicepresidenta sobre el final, con la voz quebrada y desencajada.
Durante 55 minutos, Cristina Kirchner buscó defenderse: “Esta condena no es una condena por las leyes administrativas, o por el Código Penal, es una condena que tiene su origen en un sistema que yo muy casi ingenuamente hablé de lawfare”, subrayó primero. Y enseguida contraatacó: “Esto es mucho más simple, esto no es ni lawfare, ni Partido Judicial, esto es un Estado paralelo y una mafia judicial”.
LEA TAMBIIÉN: Cristina Fernández condenada a seis años de cárcel
¿Próximo acto con Alberto Fernández?
La ex jefa de Estado apeló durante los casi 55 minutos que duró su descargo a desmenuzar el contenido de los chats privados del sistema Telegram, cuyo origen, según admitió el propio presidente Alberto Fernández, sería un hackeo ilegal.
“La confirmación de la existencia de un sistema paraestatal, donde se decide sobre la vida, el patrimonio y la libertad del conjunto de los argentinos, la tuvimos precisamente este fin de semana”, remarcó en alusión a la filtración de la información que da cuenta de un viaje al sur de empresarios y jueces por el que Alberto Fernández utilizó este lunes la cadena nacional en la que pidió que se investigue “penalmente, en especial lo relacionado a su financiamiento”.
“¿Quién pagaba el avión? Era el Grupo Clarín, Magnetto, a través de sus dos personeros. No hay político ni juez que no conozca a Jorge Rendo, el operador judicial, y el sobrino, Pablo Casey, de Magnetto”, abundó la ex Presidenta con reiteradas críticas al Grupo Clarín.
La Vicepresidenta se refirió con detalles a los jueces Julián Ercolini, Pablo Yadarola -del fuero penal económico- y Pablo Cayssials -del fuero contencioso y administrativo federal-; al camarista de Casación Penal Carlos Mahiques; a su hijo, el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques; al ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro; al asesor en comunicación Tomás Reinke, y a un ex funcionario de la ex SIDE -Leo Bergot-, además de los mencionados Casey y Rendo, por un viaje a la estancia del magnate Joe Lewis, en Lago Escondido.
“¿En serio que quieren creer los argentinos y el mundo que esto es un Poder Judicial en serio?”, insistió la ex Presidenta que, al igual que sus anteriores descargos durante la etapa final del juicio por Vialidad, que investigó favoritismos al empresario Lázaro Báez en la obra pública en Santa Cruz, se dedicó a atacar al Poder Judicial.
El próximo lunes, por lo pronto, se trabaja en el kirchnerismo en la organización de un evento en el CCK que tendría a la ex Presidenta como protagonista junto a ex jefes de Estado de la región como Evo Morales, Ernesto Samper y Rafael Correa.
Según trascendió, podría ser, además, el reencuentro público de Cristina Kirchner y Alberto Fernández después de varios meses y de peleas internas insalvables. La avanzada sobre la Justicia es, en ese sentido, el único rubro que los une.
(Tomado del Clarín)