El presidente de Argentina, Javier Milei, disolvió la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la reemplazó por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que responderá directamente al presidente y que tendrá el control de cuatro agencias “creadas con el fin de transformar y modernizar el sistema de inteligencia, promoviendo la excelencia y el profesionalismo en el desarrollo de sus tareas”. Esta decisión se justifica por la supuesta utilización de la AFI para actividades ilegales como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica.
La SIDE, que llevaba este nombre hasta 2015, fue reinstaurada como parte de la “guerra cultural” que Milei ha emprendido desde su llegada al poder. La AFI fue creada por Cristina Kirchner después de la muerte de Alberto Nisman, y su estructura fue mantenido por Mauricio Macri. Milei argumenta que la AFI se había desnaturalizado y que su desmantelamiento es parte de la recuperación del sistema democrático y republicano