El avión A359/ITA Airways del Papa ha aterrizado a las 14:38 horas en el aeropuerto internacional de N’djili en Kinshasa, capital de República Democrática del Congo (RDC), donde permanecerá cuatro días, dando comienzo así a su quinto viaje a África que lo llevará también a Sudán del Sur.
Los fieles de Kinshasa, capital del mayor país católico de ese continente, le han preparado una calurosa bienvenida. Inicialmente previsto para julio de 2022, el viaje tuvo que ser aplazado por el dolor de rodilla que padece Francisco, de 86 años, quien se desplaza en silla de ruedas, así como por los problemas de seguridad en Goma, en el noreste del país, etapa que finalmente fue cancelada.
El Pontífice argentino llevará en su 40º viaje internacional un mensaje de paz y reconciliación a este país azotado por la violencia y la miseria.
En la RDC, con aproximadamente 100 millones de habitantes, de los cuales dos tercios viven con menos de 2,15 dólares al día, el Pontífice hablará “de los enfrentamientos armados y la explotación” que sufre ese país rico en recursos naturales, pero con una población empobrecida, según adelantó en el ángelus dominical.
Sobre Sudán del Sur, lamentó que es un país “destrozado por años de guerra que han obligado a tantas personas a vivir desplazadas y en condiciones de gran penuria”. Durante el vuelo, el Papa ha pedido una oración por todos aquellos que intentaron cruzar el Sáhara “en busca de un poco de libertad” sin conseguirlo durante el vuelo que le lleva a República Democrática del Congo (RDC), según ha informado el Vaticano.
“Ahora mismo estamos cruzando el Sáhara. Pensemos un poco, en silencio, una oración por todas aquellas personas que, en busca de un poco de consuelo, un poco de libertad, lo cruzaron y no lo consiguieron”, ha asegurado.
También ha lamentado que tantas personas sufran llegando al Mediterráneo y después de haber cruzado un desierto y sean llevadas a ‘lagers’ (campos de concentración) y sufren allí.