El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, logró sobrevivir a una votación de juicio político, después de que miembros de su partido, el Partido del Poder Popular (PPP), abandonaran el parlamento, lo que impidió alcanzar el quórum necesario para la votación. Solo dos legisladores permanecieron en la cámara, y el único que regresó votó en contra de la moción de destitución.
La situación se desató tras un intento fallido de Yoon de declarar la ley marcial, lo que provocó una fuerte reacción tanto de la oposición como dentro de su propio partido. La declaración de ley marcial fue vista como un acto desesperado y generó protestas masivas exigiendo su renuncia.
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A pesar del fracaso del juicio político, el líder del PPP, Han Dong-hoon, anunció que seguirán presionando para que Yoon dimita con el fin de “minimizar la confusión” política.
Los legisladores opositores han presentado una nueva moción para el próximo miércoles 11 de diciembre, lo que indica que la lucha política en torno a Yoon está lejos de terminar. En medio de este caos, Yoon se disculpó públicamente por su declaración de ley marcial y reconoció que sus acciones causaron ansiedad entre los ciudadanos.