Este domingo, Donald Trump fue puesto a salvo tras un aparente intento de asesinato en su campo de golf, el Trump International Golf Club en West Palm Beach, Florida. El incidente ocurrió mientras el expresidente jugaba al golf y se produjo solo dos meses después de otro ataque en Pensilvania, donde recibió un disparo en la oreja durante un mitin.
El sospechoso, identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 años, fue arrestado después de que agentes del Servicio Secreto lo vieron apuntando con un rifle desde unos arbustos cercanos al campo. Routh estaba a una distancia de entre 300 y 500 yardas de Trump cuando fue detectado. Los agentes abrieron fuego al percatarse de la amenaza, aunque no está claro si el sospechoso devolvió los disparos.
Routh enfrenta cargos federales por posesión de un arma de fuego como delincuente convicto y por tener un arma con un número de serie borrado. Tiene antecedentes penales y ha sido descrito como un defensor de Ucrania en redes sociales. Su arresto se produjo tras una rápida respuesta de las autoridades, que incluyó la recuperación de un rifle AK-47 y otros objetos cerca del lugar del incidente.
Trump, quien no resultó herido, confirmó a sus donantes que estaba a salvo y expresó su determinación tras el ataque. La Casa Blanca también se pronunció, afirmando que tanto el presidente Biden como la vicepresidenta Harris estaban al tanto del incidente y se sintieron aliviados por la seguridad del expresidente.Las investigaciones están siendo lideradas por el FBI junto con otras agencias policiales, y se espera que se realicen más reuniones informativas para entender mejor lo sucedido y cómo respondió la seguridad.