El depuesto presidente sirio Bashar al Assad se encuentra en Rusia, donde ha recibido asilo por razones humanitarias, según informaron medios estatales rusos. Al Assad, su esposa y sus tres hijos llegaron a Moscú el domingo tras huir de Damasco, justo antes de que los rebeldes antigubernamentales tomaran el control de la capital siria.
Inicialmente, se especuló que Al Assad podría haber intentado escapar hacia los Emiratos Árabes Unidos, pero esta información no fue confirmada. Funcionarios sirios indicaron que el exmandatario salió del aeropuerto internacional de Damasco sin revelar su destino. La última vez que se tuvo contacto con él fue la noche del viernes, cuando aún se encontraba en su oficina en Damasco.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia confirmó más tarde que Al Assad había renunciado a su cargo y abandonado el país tras negociaciones con “otros participantes en el conflicto armado”. Rusia ha sido un aliado crucial para Al Assad durante los 13 años de guerra civil en Siria, utilizando su fuerza aérea y tropas para apoyar al régimen sirio.
A pesar de la reciente ofensiva de los rebeldes, que culminó con la caída de Damasco, las autoridades rusas han comenzado a establecer contactos con los nuevos líderes rebeldes para garantizar la seguridad de sus bases militares y diplomáticas en Siria. Se ha informado que los insurgentes han asegurado a Moscú que estas instalaciones no están en peligro.