Un paseo turístico terminó en tragedia este jueves cuando un helicóptero se estrelló contra el río Hudson, cobrando la vida de seis personas, entre ellas tres niños. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, confirmó en rueda de prensa que a bordo viajaban cinco turistas españoles —dos adultos y tres menores— junto al piloto, quien también falleció en el siniestro.
El accidente ocurrió alrededor de las 3:15 p.m. (hora local), cerca del muelle 25, entre West Street y Canal Street, en una zona concurrida por el turismo y el tráfico vehicular, en las inmediaciones del túnel Holland y la escultura Water’s Soul. Equipos de rescate acudieron rápidamente al lugar, desplegando helicópteros, embarcaciones y camiones de bomberos.
Testigos describieron escenas de horror. Bruce Wall, quien presenció el hecho, afirmó que “el helicóptero se deshacía en el aire”, viendo cómo la hélice y la cola se desprendían antes de que la aeronave impactara contra el agua. Otro testimonio, el de Lesly Camacho, anfitriona en un restaurante de Hoboken, indicó que la nave giraba fuera de control y arrojaba humo antes de estrellarse violentamente.
La aeronave, identificada como un Bell 206 por la Administración Federal de Aviación (FAA), se partió en el aire antes de caer invertida al río. Videos compartidos en redes sociales muestran la desintegración en pleno vuelo, aumentando las dudas sobre una posible falla estructural.
La temperatura del agua, cercana a los 7°C, dificultó las labores de rescate. Por ahora, ni la FAA ni la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) han determinado las causas del accidente, aunque ambas agencias han abierto una investigación formal.
Este nuevo episodio se suma a una serie de incidentes aéreos en la región. En 2009, un choque entre una avioneta y un helicóptero turístico sobre el mismo río causó nueve muertos. En 2018, otro accidente en el East River dejó cinco fallecidos. La creciente actividad aérea en Manhattan —entre vuelos comerciales, privados y turísticos— vuelve a quedar bajo el escrutinio de las autoridades.
Por el momento, no se han revelado los nombres de las víctimas ni si la familia española residía en Estados Unidos o se encontraba de visita.