Zimbabwe ha autorizado el sacrificio de 200 elefantes para abordar la grave escasez de alimentos provocada por la peor sequía en décadas. Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Parques y Vida Silvestre de Zimbabwe, confirmó que esta medida busca alimentar a la población, con casi la mitad en riesgo de hambruna aguda. La ministra de Medio Ambiente, Sithembiso Nyoni, indicó que el país tiene más elefantes de los que puede soportar su ecosistema, lo que ha generado conflictos entre humanos y fauna salvaje.
La decisión sigue el ejemplo de Namibia, que también comenzó a sacrificar animales salvajes para mitigar la inseguridad alimentaria. En Namibia, se han sacrificado más de 150 animales y se han distribuido más de 56.700 kilos de carne entre las comunidades afectadas.
Activistas y conservacionistas han criticado estas acciones, argumentando que el sacrificio de elefantes no es una solución sostenible y que los elefantes tienen derecho a existir en su hábitat natural. Farawo, sin embargo, defendió la decisión como parte de un plan más amplio para reducir los conflictos entre humanos y elefantes, tras varios incidentes fatales en los últimos meses.