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Canal de Panamá intenta varias rutas de escape ante crisis del agua

Sin agua dulce, el Canal no puede funcionar. La sequía aceleró la crisis. Esta semana, transitó el Ever Max de la Evergreen, el buque con mayor capacidad que ha utilizado las esclusas neopanamax, pero tuvo que mover carga de forma terrestre.

Yolanda Sandoval

Por Yolanda Sandoval

Ricaurte Vásquez, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, describió los retos que tiene la vía interoceánica con el tema del agua. Elysée Fernández.

El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Ricaurte Catín Vásquez, dijo que no quería ser “alarmista”, pero ciertamente describió un momento crítico, desafiante y con limitaciones importantes para que la vía interoceánica siga siendo eficiente y competitiva.

En resumen: no está cayendo suficiente agua en la cuenca hidrográfica del Canal para permitir el tránsito de barcos sin restricciones. Y el tamaño de las esclusas se está quedando pequeño respecto a las proyecciones y composición de la flota mundial, que está migrando a buques más grandes de los que se pueden atender.

“Debemos encontrar soluciones para poder seguir siendo una ruta relevante para el servicio del comercio internacional... Si no nos adaptamos, entonces vamos a fallecer”, dijo un administrador que, a diferencia de años anteriores, ahora observa caminos y negocios complementarios a un gran proyecto hídrico, que aunque resulta urgente, todavía no se define.

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De alguna manera, el Canal intenta ganar tiempo para que un gran proyecto de agua esté listo y, mientras tanto, obtener nuevas fuentes de ingresos, sabiendo las limitaciones de infraestructura y de volumen y calidad de agua que hoy experimenta.

El caudal de los ríos que aportan agua a los embalses Gatún y Alhajuela se mantiene bajo. Un dato relevante en la ecuación es que los aportes acumulados a la cuenca del Canal, de enero a junio 2023, ocupan la posición número 7, entre los más secos en 126 años. El cambio climático resulta amenazante.


A diferencia de otras rutas marítimas, el Canal de Panamá, es la única que utiliza agua potable para su operación, de ahí, la necesidad de garantizar nuevas reservas del líquido. Archivo


Así las cosas, Vásquez destacó la importancia de desarrollar un corredor biológico protegido en el lado oeste del Canal y a su vez desarrollar otro corredor, esta vez logístico, que complemente los servicios, con operaciones terrestres para atender la carga que no puede pasar por la vía.

En este sentido, la ACP ya avanza en la compra de tierras al Estado, con un presupuesto de cerca de $500 millones, aprobados por su junta directiva.

El administrador del activo más importante del país habló de un escenario complejo que requiere de varias soluciones que acompañen el plan hídrico.

Entre las opciones está un embalse en río Indio, así como usar agua de Bayano. Ninguno de los dos formaba parte de su discurso inicial, pero Vásquez se vio obligado a hablar de este tema ante los cuestionamientos de los periodistas citados ayer por ACP.

En julio, la junta directiva de la ACP recibió la información sobre las opciones que se explorarán para mejorar el suministro de agua potable para el consumo humano y la operación de la vía acuática.

Esta junta directiva hará una recomendación que tocará presentar al Ejecutivo.

Se tratará de un proyecto cuya planificación y diseño estaría en manos de la ACP, pero que se debe desarrollar en conjunto con el Estado, al tratarse del manejo del agua, que, entre otras cosas, sirve para atender al 50% de la población. Además, implicaría desarrollarlo en tierras que no pertenecen al Canal.

El Canal de Panamá disminuyó progresivamente, hasta los 44 pies o 13.41 metros, el calado máximo en las esclusas neopanamax.

El Canal de hoy

Para la ACP ha resultado inevitable implementar restricciones en la cantidad de barcos en tránsito y el calado durante este año.

Pero desde el punto de vista del presupuesto, Vásquez considera que cumplirán con las metas y aportes al Estado, ya que la situación crítica que se vive ahora con el tema del agua “se está reflejando en la parte final” del año fiscal.

Para el próximo año fiscal, sin embargo, la ACP proyecta una reducción de sus ingresos de entre $150 millones y $200 millones. Ya tiene listo su presupuesto, el cual ha fijado en $4,900 millones.

El Canal mantendrá las restricciones operativas en la vía acuática hasta septiembre de 2024, intentando preservar y utilizar de forma eficiente el agua para el tránsito de barcos, ante la poca lluvia que cae en la cuenca. Y esto tendrá un impacto económico en sus ingresos.

Debido a la sequía de los primeros meses del año, desde el 30 de julio de 2023 y hasta nuevo aviso, la capacidad de tránsito diario fue ajustada.

Esto se traduce en que ahora pasan por la ruta un promedio de 32 buques por día, cuando anteriormente lo podían hacer 36.

Además, el Canal de Panamá disminuyó progresivamente, hasta los 44 pies o 13.41 metros, el calado máximo en las esclusas neopanamax.

“La disponibilidad de agua es un tema crítico para un país que depende del agua”, mencionó Vásquez, quien pone a prueba su liderazgo en momentos cruciales para el Canal, la economía del país y la protección del recurso hídrico.