Son parte de nuestra vida diaria. En ellos se sufre y se sueña, pero es una constante el abandono oficial de los gobiernos hacia los sectores populares. A esas áreas apartadas o rurales solo van los maleantes a robar y cometer fechorías y la Policía a buscar a las víctimas o tumbar alguna puerta en medio de un operativo represivo.
Es decir, hay una concepción de abandono y mano dura hacia los barrios, pero no hay propuestas integrales para organizar a la población y que la cultura, deporte, y cualquier otro tipo de actividad motive y propicie la convivencia pacífica en este sector de la población.
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No se puede tener un país donde solo se invierte en seguridad para recoger droga y víctimas, se necesita una política integral de prevención y de rescate de los barrios, de lo contrario no habrá paz social.
Ojalá el ejército de servidores públicos que hay en el Gobierno se tomara las veredas y callejones, no para hacer política, sino para que ningún niño se quede sin ir a la escuela, ningún abuelito sea maltratado, que las mujeres y niños se sientan protegidos y para que el tejido social no se sienta amenazado y tentado por los políticos corruptos y el crimen organizado. ¿Se podrá?