Nacionales

Editorial. La inutilidad en el accionar contra la inseguridad

Hace pensar erróneamente a muchos que se deben hipotecar derechos fundamentales

Por Enrique Brathwaite

Panamá está viviendo una espiral de violencia que no se detiene. La forma en que se están registrando los más recientes crímenes y los ciudadanos que se ven envueltos en ellos van más allá de la retórica que promueven las autoridades de que son hechos derivados de los “parking”, que bien es cierto promueven la anarquía y merecen ser regulados.

No obstante, los hechos violentos nos hablan de una fallida política de seguridad que nunca fue articulada durante esta administración y que ni el endurecimiento de las acciones policiales ha logrado mitigar. Contrariamente, terminan afectando a los ciudadanos decentes de las “zonas rojas”.

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Esta galopante violencia que afecta a los ciudadanos lleva a muchos a pensar que Panamá necesita un presidente como Bukele, que tome la sartén por el mango y ponga orden como este lo ha hecho en su país, pero sin importar el precio que hay que pagar a cambio de eso.

Ese es el problema de los incompetentes, que hacen que las soluciones a la brava y violadoras de cualquier derecho elemental parezcan la solución.