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Editorial. La reelección de Etelvina apoyada por diputados oficialistas y el Ejecutivo es una muestra de clientelismo

La lección la dieron los estudiantes, quienes ‘detestan’ a la rectora y lo consignaron en las urnas

Lorenzo Abrego

Por Lorenzo Abrego

La actual rectora de la Unachi, Etelvina De Bonagas, en campaña en electoral para su reelección en el cargo, conversa con estudiantes, profesores y administrativos. (Tomada de Redes Sociales)

La educación pública universitaria en Panamá tiene muchos aspectos que mejorar, pero la cuestionada señora Etelvina de Bonagas fue reelecta para un tercer período en la Unachi. La estrella de la educación en el ‘GobierNito’.

No puede olvidarse que su candidatura fue posible porque diputados del PRD reformaron la ley y el presidente “Nito” Cortizo la sancionó. Es decir, Etelvina y todo lo que representa es la pupila de los diputados clientelista y del Ejecutivo.

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Docentes de la Unachi denunciaron que durante todo el período electoral la rectora-candidata regalaba 2 mil comidas diarias a los estudiantes para obtener su voto, pero fue duramente castigada por este segmento universitario, que no creyó en sus locuras ni en el “open bar” que ofrecían, pero gracias al régimen implantado entre profesores y administrativos venció al rector Edwin Samudio de Humanidades por un 9%.

Con el triunfo de Etelvina pierde la educación pública y ojalá pueda resistir una auditoría e investigación independiente sin padrinos ni protectores.