En las últimas semanas Panamá ha sido epicentro de importantes reuniones diplomáticas del más alto nivel, donde se han abordado temas de trascendencia.
Y si bien es importante conocer bajo qué criterios el país ha sido seleccionado para tales eventos, habría que centrar cualquier análisis en los temas que se han abordado y su impacto en las poblaciones.
La crisis migratoria, primero, y las graves repercusiones de la guerra en Ucrania, ahora, son temas que sin duda no pueden estar ausentes en estos encuentros regionales porque impactan directamente a la población.
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Y vale destacar que en la reunión de esta semana con el representante de la diplomacia europea, la Cancillería panameña tuvo una postura interesante al solicitar a los participantes compromisos de qué hacer para atender el impacto de la guerra en las naciones del Caribe y Centroamérica.
Ya es momento de que los encuentros diplomáticos de alto nivel atiendan de forma directa los problemas comunes de las poblaciones.