En el mes de noviembre pasado, autoridades nacionales exponían con bombos y platillos el rol del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) en el proceso de formación de la mano de obra panameña. Era en el marco de los cinco años de fundación de esta instalación educativa y, claro, había que taquillar.
Ahora, tres Doritos después, nos enteramos por boca de los propios estudiantes que la formación técnica que es el fundamento de su preparación no la están recibiendo, y esta es 100 % teórica. Las causas: carencia de equipos por falta de presupuesto.
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Esa es la realidad de un país donde sobran partidas para los diputados y para que estos hagan proselitismo, o para una universidad cuya rectora es una ficha política que garantiza espacios para copartidarios.
Y lo peor es que con un proceso electoral en curso y la principal figura del Gobierno buscando mantener a su partido en el poder, difícilmente esta situación vaya a cambiar, porque las prioridades estarán en seguir alimentando el clientelismo para captar votos.