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El nombramiento de Shirley Castañeda en la Comisión de Credenciales desata una tormenta política y cuestionamientos sobre la institucionalidad

¿Institucionalidad o Impunidad? La polémica elección de la nueva presidenta de la Comisión de Credenciales

Carlos Ávila

Por Carlos Ávila Rivas

De Izq a Der: Ricardo Martinelli Linares, Marta Linares, Shirley Castañeda, Giselle Burillo, y Luis Enrique Martinelli Linares. Foto: Eliana Morales

El reciente nombramiento de Shirley Castañeda, diputada del partido Realizando Metas (RM) y abogada cercana a Ricardo Martinelli, como presidenta de la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional ha generado una ola de críticas y preocupaciones en torno a la institucionalidad y la independencia del órgano legislativo en Panamá.

En una elección que se llevó a cabo en el auditorio del Legislativo, Castañeda obtuvo seis votos, superando a Alexandra Brenes de la bancada independiente Vamos, quien solo recibió tres votos. Este nombramiento no solo fue una sorpresa, sino que también levantó serias dudas sobre el futuro de la Comisión de Credenciales, encargada de investigar y juzgar a los magistrados.

“La elección de la abogada de Martinelli como presidenta de la Comisión que le toca investigar y juzgar a los Magistrados, en medio de mensajes como: ‘enrrumbar la justicia y libertad para Martinelli’ es simple y sencillamente PELIGROSO para la institucionalidad”, afirmó el exdiputado independiente Juan Diego Vásquez, destacando la grave amenaza que esto representa para el estado de derecho en Panamá.

José Isabel Blandón, por su parte, señaló que “el 5 de mayo, la mayoría votó a la Presidencia por la esperanza de una reactivación económica y más ‘chen chen’; y a nivel de la Asamblea, por un cambio, por darle una nueva cara a esta institución. Importante que los partidos y sus dirigentes recibamos el mensaje con claridad. Si no, el castigo será aún mayor en el 2029″. Esta declaración subraya el desencanto y la desilusión del electorado con la actual clase política.

La instalación de la nueva presidenta de la Comisión de Credenciales también contó con la presencia de figuras polémicas como la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, María Eugenia López; el procurador de la Nación, Javier Caraballo; el procurador de la Administración, Rigoberto González, y notablemente, la ex primera dama de la República Marta Linares de Martinelli junto a sus hijos, ambos diputados suplentes.

Olga de Obaldía, de la Fundación Libertad Ciudadana, no dudó en expresar su preocupación: “Se está armando una nueva autopista hacia la impunidad desde la Asamblea”. Para Obaldía, la presencia de individuos ligados a casos de corrupción confesa en la juramentación de Castañeda es más que una ironía; es una clara simulación de institucionalidad.

“Es sumamente desconcertante y no sé si entraremos a analizar que se trata de una ironía o se trata de una simulación de institucionalidad”, afirmó Obaldía. Su perspectiva resuena con muchos panameños que ven en este nombramiento una señal preocupante de hacia dónde se dirige el país en términos de justicia y transparencia.

El ejecutivo ha lanzado campañas para limpiar la imagen de Panamá en el extranjero, pero esta elección pone en entredicho esos esfuerzos. “Cómo se va a limpiar la marca del país si una de las características con un peso enorme, que se califica a nivel internacional, es el Estado de derecho,” concluyó Obaldía, dejando en claro la contradicción que esta situación representa.

La elección de Shirley Castañeda es más que un simple nombramiento; es un reflejo de la lucha continua por la transparencia y la justicia en Panamá, una lucha que, a ojos de muchos, está siendo severamente comprometida.