El teatro es una de las expresiones artísticas que más empuje ha tenido en el país en los últimos años gracias al esfuerzo de un grupo de personas que lo apoyan con limitados recursos y contra viento y marea. Este lunes 27 de marzo es el Día Mundial del Teatro y “El Preguntón” de Mi Diario quiso conversar con una figura que es un referente muy querido en este arte y que además celebra sus 30 años en él.
¿Cómo fueron los orígenes de Lissette Condassin en el teatro?
“Mis orígenes en el teatro se remontan a 1993, cuando se me presentó la oportunidad de interpretar el papel de Elsa Schnaider en la obra musical, clásico de Broadway ‘La novicia rebelde’. A pesar de que estudié teatro en la universidad como parte del programa académico, nunca pensé que llegaría al teatro como tal. Un buen día, mi amiga y excompañera de televisión Gaby Gnazzo me dijo que el director de la obra, el que para siempre será mi maestro y mentor teatral, Bruce Quinn, estaban buscando a la antagonista de dicha obra -ella había sido escogida para interpretar el papel protagónico de María. Bruce le dijo a Gaby que estaba buscando a una actriz que tuviera aspecto aristocrático y que además cantara (se ríe) ella sin titubear le dijo: “¡te la tengo!”. Por supuesto que cuando me comentó la idea, me llené de terror y le dije que jamás había hecho teatro profesional y de ninguna manera me expondría así ante un público en vivo. Entre Gaby y mi esposo (Gino Emiliani) iniciaron el proceso de convencimiento, Por supuesto lograron persuadirme y me fui a entrevistar con Bruce. Él no me conocía, no sabía quién era yo, y a pesar de que le dije que no tenía experiencia en teatro, me dio el voto de confianza y me hizo una prueba de actuación y canto. Fue amor a primera vista y lo demás, es historia”.
¿Qué figura la inspiraron y siguen inspirando?
“Cuando inicié mi caminar en teatro hacen, este año, 30 años. Comencé a ver el teatro de otra manera. Ya no veía el teatro como un público que va a disfrutar de una buena historia. Vas aprendiendo a analizar las situaciones, el planteamiento, los personajes y sus propuestas. Actores que me inspiraron, en mis inicios, del teatro panameño, muchos de los cuales ya no están con nosotros: Elisa Fernández, don Harry y Eneida Iglesias, doña Gladys Vidal, Miguel Fernández, Carlos Bromley, entre tantos otros veteranos que abrieron el camino para que el teatro evolucionara y creciera en Panamá. Quienes me siguen inspirando? No quisiera mencionar nombres, para que no se me quede nadie por fuera y eso provoque herir sentimientos. Como sabe, todos los artistas nos caracterizamos por tener los sentimientos a flor de piel (Se ríe)”.
Son 30 años dedicada al teatro en Panamá. ¿Qué cambios ha visto en este arte a través de los años?
“Pues sí, 30 años no se fuman en pipa, como dicen. Me ha tocado ser testigo presencial de parte de la historia. La evolución que he podido apreciar, principalmente se evidencia en la complejidad de las puestas en escena que vemos hoy día versus hace 30 años. Hoy día podemos decir qué hay gente que vive del teatro; hace 30 años decir eso era casi imposible. No digo que nos hemos consolidado como industria todavía porque falta mucho para eso”.
¿Qué nos falta para ser una plaza teatral de referencia?
“Hemos avanzado, pero debemos aceptar producir proyectos cada vez más ambiciosos en cuanto a puestas en escena, encontrar cada vez más profesionales con formación académica que eleven la calidad de la entrega artística, porque el público está aprendiendo a apreciar el talento. Trabajar la producción de una obra es muy complicado y muy costoso. Pero mientras más se consolide la oferta teatral en Panamá, no sólo ganarán los profesionales de las artes escénicas, sino que también ganará el público, cada vez más exigente y por ende, ganará la cultura y la industria artística de nuestro país”.
¿Considera que al panameño le gusta y valora el teatro?
“En 30 años hay varias generaciones. No solo ha sido el crecimiento y desarrollo profesional de los artistas, sino que la proliferación de oferta teatral infantil, va asegurando al público consumidor de teatro del futuro. El teatro es un gusto adquirido que se siembra desde la niñez. Creo que ese público que hace 30 años eran niños son los asiduos visitantes de nuestras salas de teatro hoy día. Por otro lado las escuelas que implementan su club de teatro, montando obras de teatro con sus estudiantes, causan un efecto extraordinario porque no solo los ayuda a desarrollar el gusto por las artes escénicas, les enseña la técnica teatral y hasta les ayuda, en muchos casos, a definir qué quieren hacer el resto de sus vidas”.
En los últimos años es muy dado que figuras de la TV o farándula incursionan en este arte, quizás sin mucha formación. ¿Se aprende sobre la marcha o lo ideal es formarse antes de pisar las tablas?
“No cabe duda de que hay personas que nacen con un talento especial, con una personalidad histriónica natural, pero como toda actividad que se toma en serio, una vez descubres el talento, el siguiente paso es perfeccionarse en la disciplina. Los presentadores de televisión por la naturaleza de su trabajo deben desarrollar un dominio escénico. Pero el lenguaje de televisión y el lenguaje teatral no es el mismo. Me parece que si quieres ser tomado en serio, no debes dejarlo todo a la suerte. Es necesario estudiar y perfeccionar la técnica”.
Nuestras autoridades y el sistema en general, ¿apoyan el desarrollo del teatro?
“Necesitamos de manera urgente la implementación de verdaderas políticas públicas que nos den un norte, necesitamos más apoyo de los gobiernos de turno que ahora, a través de un incipiente Ministerio de Cultura, con muy poco presupuesto y hojas de ruta sin definir a largo plazo, seguimos dando tumbos para tratar de sacar adelante los proyectos donde solo contamos con la empresa privada para que nos tire un salvavidas. Producir teatro es un proyecto de mucho riesgo a nivel financiero, pero siempre somos unos cuantos kamikaze dispuestos a tirarnos a la aventura aceptando verdaderos desafíos que fortalezcan el rubro artístico como parte del engranaje económico del país. Panamá tiene mucho talento, de hecho es un referente para la región centroamericana en materia teatral, pero creo que ha crecido por el empeño de los asiduos consagrados del teatro. El apoyo de los gobiernos ha sido escaso o nulo”. La disciplina teatral se ha desarrollado principalmente por el afán de productores que se arriesgan a poner en marcha proyectos que abren las puertas a las diferentes disciplinas de las artes escénicas (dícese, actores, cantantes, bailarines, músicos, escenógrafos que incluye mano de obra como ebanistas, pintores, soldadores, etc., vestuaristas (diseñadores , costureros) luminotécnicos, Sonidista, tramoyistas, imprentas, diseñadores gráficos, estilistas, maquillistas, en fin, tantas profesiones que de conjugan en una puesta en escena”.
Actriz, directora o ambas en una puesta, ¿cuál rol es más complejo?
“Interesante pregunta. Como actriz me ha tocado desarrollar diferentes tipos de papeles. Cada uno lleva una magia especial porque hay que crearlo de la nada, darle forma y hacerlo creíble, es un trabajo de análisis y creación de personaje que te hace de alguna manera identificarte con ese personaje, entenderlo, justificarlo y hasta quererlo. Durante mi trayectoria me he enfocado a desempeñarme como actriz. Sin embargo no fue sino hasta el año pasado que me atreví a asumir el reto de dirigir una obra infantil. La verdad, quedó hermosa! Dirigir es harina de otro costal, implica otras destrezas y como toda disciplina, mientras más la pongas en práctica, mejor te va. He de confesar que la parte de dirección artística me resultó bastante fácil porque, como actriz, tengo muy claro lo que quiero de mis actores en cuanto a interpretación y desplazamiento escénico. Pero donde confieso haber recibido ayuda de mi socio, Agustín Clément, fue en la parte de la puesta en escena, cómo sacar el mayor potencial al recurso escenográfico en un espacio tan limitado como lo es un escenario fue una experiencia muy interesante que podría repetir más adelante”.
¿Algún anhelo pendiente para Condassin en materia teatral?
“Bueno, hace un par de años cumplí parte de un anhelo que tenía. Tome un curso de dramaturgia con el maestro Edgar Soberón Torchia, porque tenía mucho interés en aprender a escribir obras de teatro. Sin proponérmelo, allí se conjugó mi parte actoral con mi parte periodística. Escribí una obra que incluía una trama de amor e intrigas en la época de la construcción del ferrocarril de Panamá por el año de 1852. Una obra de época con personajes ficticios pero basada en hechos reales. Quienes la han leído opinan que debe ser montada en un escenario. Ese sería mi gran anhelo, verla montada en un escenario, algún día”.
Actualmente trabaja en algo que está listo para salir del horno. Nos cuenta.
“En realidad estoy trabajando en dos proyectos muy buenos. El primero es Artemisa Teatro, academia de artes escénicas, creada en agosto de 2019 por Agustín Clément y mi persona como socios fundadores acompañados de un cuerpo de maestros, grandes profesionales de las disciplinas del teatro, para ofrecer clases de actuación, canto y baile enfocados en el teatro musical para niños de 3 a 7 años en el grupo de Pre Teatro, el grupo de niños de 8 a 12 , adolescentes de 13 a 17 y el grupo adulto de 18 en adelante sin límite de edad. Al final de los cursos presentamos una obra musical donde cada uno de nuestros alumnos pone en práctica todo lo aprendido. El segundo proyecto es la producción de la obra Canta el acordeón -El Musical-, con los éxitos de Samy y Sandra Sandoval, en el Teatro Nacional, del 1 al 16 de abril, con más de 60 artistas en escena y músicos en vivo. Es una mega producción de la que nos sentimos muy orgullosos, no solo por ser una producción de gran envergadura, sino porque además se exaltan las tradiciones y costumbres panameñas. Escrita por Jonathan Prosper, dirigida por Agustín Clement, director musical: el maestro Augusto Guerra, coreografías de Marcelo “Chino” Cruz y producción de Artemisa Teatro. Es una obra autóctona que resalta la cultura de Panamá y que nos permite llevar el género del pindín hasta el majestuoso Teatro Nacional”.
Datos de interés
Condassin se ha desempeñado en diversos campos de la comunicación social. Ha destacado como periodista, presentadora, actriz, cantante, locutora, jefa de comunicaciones corporativas y empresaria. Actualmente dirige, junto a Agustín Clément, la academia de artes escénicas Artemisa Teatro, de la que son socios fundadores.