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Ex procuradora asegura que urgen reformas para acabar con el sistema de trampas y privilegios

Aboga por ser transparentes con los ciudadanos al momento de convocar a una Constituyente Paralela

Por Carolina Sánchez

Ana Matilde Gómez, exdiputada de la Asamblea Nacional. | Archivo

En medio de las carencias que ha acrecentado la pandemia, un grupo de ciudadanos está decidido a hacer la solicitud para convocar a reformas constitucionales, como una esperanza para acabar con las inequidades que sobran en el país.

Para Ana Matilde Gómez, exdiputada de la Asamblea Nacional y actual decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Santa María la Antigua (USMA), son tiempos en que hay que transmitir un mensaje de que el país necesita enrumbar las reformas a la educación y la distribución de las riquezas para enfrentar la desigualdad. Gómez aconseja a los grupos que intentan convocar a reformas ser honestos y transparentes con los ciudadanos, y no generar falsas expectativas. Que los ciudadanos sepan que una constituyente es para reformar o cambiar una constitución.

“Los males de la sociedad y las conductas no están necesariamente en la Constitución, porque no hay ningún artículo de la Constitución que diga que se puede robar y han robado por años. Es importante que la gente lo tenga claro”, manifestó.

La también exprocuradora de la Nación afirmó que las reformas constitucionales requieren de mucho cambio de conducta del individuo que llega al poder judicial, legislativo y ejecutivo.

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Detalló que en el poder legislativo hay una distorsión de origen que está en la Constitución y que es un cambio fundamtental que se necesita, específicamente, la forma de elegir a los diputados.

Panamá no necesita 72 diputados y suplentes, necesita diputados que planteen debates de las cosas nacionales importantes, como los grandes temas”, indicó Gómez.

Alegó que el proceso constituyente es importante y se necesita que los panameños se pongan de acuer do sobre el país que quieren y hacia dónde quieren ir en 20 o 30 años. “Pero hay muchos cambios que se pueden hacer sin tocar la Constitución, como los cambios de conducta y los cambios legales”, acotó.

La abogada resaltó que uno de los grandes problemas que tiene este país, y no es el único, es que se roban el dinero y aflora en el sistema con instituciones débiles. Hay un sistema de privilegios y favores donde todo es la trampa y la influencia.

Rol del ciudadano

“El panameño está pasando muchas necesidades que no son necesariamente las que están en la Constitución. La falta de medicinas y empleos no son cambios constitucionales, sino que tenemos que cambiar en la manera de elegir a los gobernantes”, señaló.

Temas a abordar:

El sistema de circuitos electorales que está diseñado en la Constitución, que tiene un amarre que por ley no se puede cambiar.

La posibilidad de que se interprete mediante ley que los diputados investiguen a los magistrados, y viceversa.