Ya está en la calle la Gira del Sabor de Fonda vs Fonda en Colón: la primera visita fue a la fonda Antaños Lunch y la ruta apenas calienta motores. Próximamente se revelarán más detalles del recorrido y las paradas; atentos, porque tu fonda en Colón podría aparecer en esta gira que pondrá a prueba sazones, historias y precios de la cocina popular.
En ese mapa del buen comer también figura Antaños Lunch. Allí, una olla humeante se ha vuelto tema de conversación: la “sopa viral”, rebautizada por la clientela como “la sopa de la juventud”.
El local es la casa de Mileyka Mendoza, quien levantó este emprendimiento después de la pandemia desde un pequeño espacio en su hogar con una misión clara: llevar tradición y cultura colonense a su gente, a precio popular y sabor de casa. Mileika administra el negocio junto a su esposo, Abel Ruiz; su hermana, Zukeidy Mendoza; y su cuñada, Iyotis Ruiz.
La historia de Mileika en la cocina viene de la mano de su mamá. Desde niña la acompañaba al local donde ella trabajaba; hoy, su madre aún apoya entre fogones. De ese vínculo nace el amor por la comida de Colón y el respeto por sus recetas. Aunque la dirección actual suma dos meses abierta, el proyecto ya camina con siete años de experiencia entre el antes y el después de la pandemia, afinando sazón y cuidando la billetera del comensal.
La propuesta va de martes a domingo con un menú criollo, afrocaribeño y afrontillano 100% colonense. La carta es variada y pisa tierra en los precios: almuerzos desde $3 y sopa desde $1.50. La estrella es la sopa de lenteja con patitas de gallina; una receta 100% natural, de cocción paciente, donde el colágeno de las patitas aporta ese empuje que la clientela aplaude. Como resume Mileikla, “el cuerpo necesita colágeno puro”, y en su cocina ese elemento sale de la olla, no de un frasco.
El encanto de Antaños Lunch no se agota en la sopa. La clave está en volver a la mesa de siempre: raciones que cumplen, sazón reconocible y precios sin sobresaltos. La “sopa viral” atrae miradas, pero es el conjunto del menú el que amarra al público: platos con identidad, servidos sin rodeos, en una esquina que ya funciona como punto de encuentro para vecinos y curiosos.
Con la Gira del Sabor de Mi Diario en ruta y la cocina popular en primer plano, Colón afila el paladar. Antaños Lunch abrió la puerta; pronto se anunciarán nuevas paradas. Si tu fonda quiere medir su sazón, mantente atento: la próxima olla protagonista podría ser la tuya.









