Los productores agropecuarios de Panamá Oeste están enfrentando una crisis debido al incremento del hurto de ganado, insumos y maquinaria. Se estima que pierden alrededor de 2 millones de dólares al año por estos delitos, que no solo afectan sus ingresos sino también la seguridad en el campo.
En muchas ocasiones, las reses son descuartizadas en potreros apartados, y ha habido casos donde el ganado robado aparece en subastas en otras provincias. Aquiles Acevedo, representante de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan) en Panamá Oeste, expresó su preocupación: “Esto no es un problema de un hurto pecuario de una sola persona. Esto es una red que va desde el que amarra la vaca, el que transporta la vaca hasta el que compra la vaca. Estamos preocupados porque cada vez vemos que se incrementan más los casos”.
Algunos ganaderos evitan dar entrevistas por temor a represalias, ya que sospechan que los cuatreros están vinculados con grupos delincuenciales que operan en la zona. “Nos sentimos hasta amenazados porque esas personas, uno, como afectado, los acusa. Esa persona queda detenida por unas horas porque esa es la realidad; le dan una medida cautelar muy flexible y al final tú te sientes desprotegido”, añadió Acevedo.
El Ministerio Público recomienda a las personas que poseen carnicerías y negocios similares que no compren carne de procedencia dudosa. En lo que va del año, se han iniciado casi 10 procesos judiciales relacionados con el hurto pecuario. Francisco Marcos, Fiscal de Hurto Pecuario, afirmó: “Este año hemos tenido de 8 a 10 casos donde ha prosperado una imputación. Es decir, hemos podido llevar a personas a una imputación; de esos, hay dos que han llegado ya hasta la etapa de juicio”.
En Panamá, el delito de hurto pecuario está tipificado en el Código Penal y contempla penas de 6 a 8 años de prisión. Los agroproductores de La Chorrera se han organizado en el grupo “Ganaderos Vigilantes” y piden la colaboración de la comunidad para reportar cualquier movimiento inusual de animales.