En respuesta a los crecientes niveles de delincuencia y violencia en las zonas de San Miguelito y Colón, el presidente de la República, José Raúl Mulino, ha solicitado la implementación de un toque de queda en estos sectores. Esta medida, que podría entrar en vigor en los próximos 10 días, restringirá la circulación de personas entre las 9:00 p.m. y las 5:00 a.m., con el objetivo de reducir los actos delictivos asociados principalmente a la guerra entre pandillas.
El anuncio del toque de queda ha generado reacciones mixtas entre la población afectada. En Colón, donde la violencia ha tenido un impacto significativo en la vida diaria, algunos residentes apoyan la medida, esperando que contribuya a mejorar la seguridad en sus comunidades. “Va a concientizar más a la población”, comentó un joven residente de la provincia. “También se debe poner más mano de trabajo en Colón; aquí hay muchas personas y jóvenes con talento que deberían ser apoyados”.
Sin embargo, no todos comparten esta visión. Otro colonense expresó su escepticismo sobre la efectividad del toque de queda, argumentando que la medida no aborda las verdaderas raíces del problema. “El toque de queda no servirá de absolutamente nada porque en realidad sabemos que el Gobierno sabe quiénes son los delincuentes y dónde viven”, afirmó. Esta opinión refleja la desconfianza de algunos sectores hacia las autoridades y sus métodos para combatir la criminalidad.
En San Miguelito, la reacción de los residentes ha sido igualmente dividida. Mientras algunos ven la medida como un paso necesario para “poner orden” en el país, otros la consideran insuficiente para resolver los problemas de fondo en áreas con alta incidencia delictiva. “Es necesario ya que hay que poner orden, no solamente en San Miguelito, sino a nivel nacional, pero en ciertas áreas donde son rojas, donde es más necesario”, comentó un residente del distrito.
"Deseo que exista el toque de queda en esas dos zonas (Colón y San Miguelito)", señala el presidente Mulino, a fin de que la Policía pueda trabajar en mejorar la seguridad. https://t.co/b0cu1uXNaU pic.twitter.com/2TY59xXr8e
— La Prensa Panamá (@prensacom) August 29, 2024
El presidente Mulino, por su parte, ha defendido la urgencia de implementar el toque de queda, describiendo a San Miguelito y Colón como “zonas críticas” que requieren medidas extraordinarias. Según el mandatario, uno de los factores que ha agravado la situación en estos sectores es el narcotráfico, el cual ha transformado la estructura delictiva en el país. “El narcotráfico modificó toda la estructura delictiva. En mis tiempos de ministro de Seguridad, una tonelada de droga era de vez en cuando. Hoy, es un día de por medio”, explicó Mulino, subrayando la gravedad del problema.
Con la puesta en marcha de este toque de queda, las comunidades de San Miguelito y Colón esperan ansiosas los resultados de esta medida, mientras continúan debatiendo su posible efectividad y su impacto en la vida cotidiana.