Nacionales

Indígenas le responden a Adolfo Linares, quien quiere eliminar el ‘régimen comarcal’

De desafortunadas, desinformadas y antidemocráticas, califican sus palabras

Dimitry Diaz

Por Dimitry Diaz

Adolfo Linares es expresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, además fue viceministro de Educación (2001-2004) en el gobierno de Mireya Moscoso. La Prensa/Iván Uribe (La Prensa/Iván Uribe)

Como “desafortunadas, desinformadas y antidemocráticas”, calificaron los representantes de los siete pueblos indígenas que conforman la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (Coonapip), las palabras del empresario Adolfo Linares, quien dijo recientemente que hay que eliminar el régimen comarcal para que haya inversión privada para propiciar el desarrollo de esos pueblos.

“Hay que eliminar el régimen comarcal e incorporar esas tierras al desarrollo nacional junto a la población. Sin propiedad privada no hay inversión y sin inversión no hay desarrollo”, fueron las palabras textuales que citó el diario Metro Libre en su sección de Dutty Free el pasado 16 de febrero.

“El ‘régimen comarcal’ al cual usted alude, no es tanto un ‘régimen’, con todo lo negativo que el término implica, sino un principio constitucional deliberado y acordado democráticamente. Fruto de luchas históricas nuestras, así como fruto también de la educación y capacidad de ciudadanas y ciudadanos panameños que se identifican con lo razonable, lo correcto y lo solidario”, asevera la nota firmada por los representantes de las etnias Bribri, Naso Tjër-Di, Buglé, Wounaan, Emberá, Guna y Ngäbe.

PUEDES LEER TAMBIÉN: Defensoría del Pueblo crea comisión para investigar supuestas esterilizaciones forzadas.

“¿A qué desarrollo nacional usted se refiere, señor Linares? ¿Estaría usted dispuesto a ofrecer todas sus tierras y pertenencias para lograrlo? ¿Conoce usted el porcentaje de las tierras del mundo que afortunadamente aun son de propiedad colectiva y los beneficios que esto trae consigo? ¿Esta usted seguro que solo la propiedad privada motiva y promueve la inversión? Y en todo caso, ¿inversión y desarrollo para el bien de quiénes y cuántos? ¿Y a costa de qué?”, le preguntan.

“Usted ha ocupado altos cargos, incluso en el Ministerio de Educación: no tenemos que darle mayores explicaciones señor Linares. Lo que sí queremos manifestar nuevamente a usted y al país – a ese país que escucha, razona y ve lejos – que para nosotros la tierra es más - muchísimo más - que dinero. Es, nuestros ancestros, nuestra fuente de vida, el futuro de nuestros nietos: es fundamento sagrado, señor Linares. Las comarcas y tierras colectivas que existen en el país no han sido regalo recibido. Más aun y téngalo usted claro: no constituyen un bien solo para los pueblos indígenas”, le rematan.

“Señalaremos solo una cifra estadística: el 67% de la cobertura forestal del país está en áreas ancestrales indígenas, reconocidas legalmente o no. El agua y el oxígeno y la fuente de vida que en mil maneras en ellos se conserva y reproduce, son para el bien de todos los panameños y panameñas: los de hoy y de mañana. No son solo para nuestro bienestar. Somos guardianes de ese patrimonio y no pocas veces esa labor nos ha costado la vida; y también insultos basados en la ignorancia”, le sigue espetando la nota.

TE PUEDE INTERESAR: Minsa sanciona con $6 mil a Dra. Marta Roa ‘por infringir normas sanitarias relacionadas a la vacunación en Panamá’.

“Somos seres humanos. Como todos nos equivocamos, aprendemos y buscamos ser mejores. Pero sépase que no aceptamos más que se nos llame estorbo; ni que se quiera decir impunemente que nuestras tierras son bolsones de pobreza que impiden el “desarrollo”. Pobreza – empobrecimiento – existe lamentablemente hasta muy dentro de las áreas urbanas, al lado incluso de barrios residenciales. Pero fíjese usted: no hay desnutrición infantil en la recién creada Comarca Naso Tërj Di, y nadie duerme en la calle en la Comarca Kuna Yala. Y así”.

“Como todos, aspiramos a vivir bien. Pero no se equivoque señor Linares, esas tierras no van a pasar a manos de unos pocos. Llegará un día cuando la justicia real llegue a todas las viviendas, a todas las familias; cuando se pondere y se valore lo que realmente vale y tiene sentido. Ahí - con mayor justicia y respeto -, todos, nosotros y usted incluso, seremos bienvenidos. Y nadie será dejado atrás”, concluye.