Panamá es una tripita de tierras con apenas 4 millones de habitantes. Somos el centro del mundo, pero la pobreza golpea duramente a nuestras comunidades indígenas.
De acuerdo con las autoridades el 12% de la población panameña está conformada por siete grupos indígenas. De estos, el 86% está en pobreza y el 66%, en extrema pobreza.
Estos pueblos indígenas son los bri bri, buglé, emberá, kuna, naso teribe, ngabe y wounaan.
La ministra de Gobierno, Janaina Tewaney Mencomo señaló que por ello, entendemos la relevancia que tiene el desarrollo de los pueblos indígenas para el presidente.
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Enfatizó que todos los proyectos que se llevan a cabo, se hacen tomando en cuenta la pertenencia cultural, es decir que ellos sean dueños de su propio destino y desarrollo.
Destacó que, por medio del viceministerio de Asuntos Indígenas, se han estado realizando giras a las comarcas tomando en cuenta la situación actual por la covid-19.
El viceministro es el perredista y ex diputado del PRD, Ausencio Palacio. El político no pudo reelegirse como diputado y lo premiarton con este cargo en el Ministerio de Gobierno.
Actualmente, el gobierno de Panamá y el Banco Mundial tienen firmado un préstamo por 80 millones de dólares enfocado en el desarrollo de la infraestructura y los servicios básicos de los siete pueblos indígenas y sus 11 territorios.
La pobreza multidimensional ha sido entendida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como un concepto más allá de la falta de ingresos para la satisfacción de necesidades, sino más bien como personas que sufren carencias en las dimensiones: educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda y nivel de vida en general.
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De acuerdo con datos de la Contraloría General de la República de Panamá aproximadamente 4 de cada 10 personas viven en pobreza total (36.8%) y, del total de la población el 16.6%, o sea 508,700 panameños se encuentran en situación de pobreza extrema.
En las áreas urbanas del país la pobreza total y la extrema alcanzan su menor nivel, 20.0% y 4.4% de su población, respectivamente; en las áreas rurales no indígenas poco más de la mitad de los residentes es pobre (54.0%) y una de cada cinco personas (22.0%) se encuentra en situación de pobreza extrema; en las áreas rurales indígenas, casi la totalidad de sus habitantes es pobre (98.4%) y en pobreza extrema se encuentra el 90% de los pobladores.