Una nueva casa, a orillas de Río Indio de Los Chorros, en Capira, así como extensiones de tierras nacionales, pagadas a centavos el metro cuadrado –o menos– y la diversificación de sus negocios, para cuyos propósitos impulsa una ley de incentivos a costa del Estado, ha logrado la diputada de Cambio Democrático, Yanibel Ábrego.
La diputada goza de una casa de campo, cercana al mencionado río, que terminó de construir en 2021. Los residentes del área donde está su nueva residencia de campo la describen como “una casa grande, muy bonita. Ella [Ábrego] escogió un buen lugar, porque está a orillas del río”.
Pero no es la única funcionaria con “una buena casa” en el área, relataron los entrevistados. A poca distancia de la casa de Ábrego está la vivienda de dos pisos de la representante del corregimiento capireño de Cirí Grande, Paula Alonso, quien habría terminado de remodelarla recientemente. Este medio intentó hablar con Alonso, pero no respondió los mensajes que le envió este medio.
El metro a centavos
Ábrego recibió de la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati), al menos, 18.4 hectáreas de tierras nacionales en Río Indio de Los Chorros, divididas en dos fincas. La diputada pagó por ambas solo $120, es decir, un promedio de $6 por héctarea o menos de un centavo por metro cuadrado.
Por la primera finca –un lugar de exuberante vegetación– Ábrego pagó a la Anati solo $6 a cambio de mil 900 metros cuadrados. Por la segunda finca, pagó a la Anati $6.23 la hectárea. Se trata de un globo de terreno de 18.3 hectáreas, por el que desembolsó $114. Esta finca, también ubicada en Río Indio de Los Chorros –donde sus residentes tienen que luchar contra masas de lodo–, está a dos horas de la vía Interamericana.
“Nosotros no tenemos plata para comprar un ‘pick up’ ni para viajar en helicóptero para llegar a nuestra casa, como muchos vecinos han visto llegar a la diputada [Ábrego]”, comentó un residente del sector de Caracoral, donde Ábrego posee esta extensa finca. Pero la diputada capireña dijo que viaja en su carro durante una hora para llegar a sus fincas y que “nunca” ha llegado al lugar en helicóptero.
El residente narró que a los enfermos “hay que sacarlos en hamaca…”, pero en este terreno, aseguran otros, Ábrego logró que su primo, el alcalde de Capira, Jorge Ramos, usara maquinaria pesada del municipio para abrir una calle.
“Metieron maquinaria del Municipio de Capira para hacerle la calle que pasa por el centro de su finca, donde cultiva café [en Caracoral]”, aseguró otro residente (ver foto).
Se conoció que, tras estos trabajos, el equipo del municipio sufrió desperfectos mecánicos, por lo que no se ha podido trasladar a otras comunidades que piden la construcción de nuevas vías.
Ábrego, cuestionada sobre la maquinaria municipal en su finca, respondió con evasivas: “El Municipio de Capira está realizando trabajos de mejoras a la calle de las comunidades de Caracoral, así como Las Claras, Jordanal, Arenilla, entre otras comunidades”, indicó.
Supuestamente Ábrego también habría adquirido recientemente tierras en Arenilla y en El Cacao.
‘Te invito el mejor café’
Bajo el eslogan “te invito el mejor café”, la diputada Ábrego presentó, en octubre de 2021, una iniciativa de ley –No. 734–, dirigido a otorgar incentivos económicos a los caficultores.
Pero lo que parecía una buena iniciativa legislativa esconde un negocio en puerta que emprendió la diputada en esa apartada zona montañosa: la producción de café. Así lo confirmó ella misma, quien en su iniciativa legislativa, pide préstamos al Estado no reembolsables para caficultores de Capira, lo que teóricamente la incluiría a ella.
Su iniciativa legislativa, aprobada ya en primer debate, es promocionada en las cuentas de redes sociales de Ábrego y de los funcionarios que trabajan en su despacho en la Asamblea.
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Un mes antes de presentar su “iniciativa” y omitiendo que ella está en el negocio del café, en septiembre de 2021, Ábrego aprovechó que el Secretario Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), Eduardo Ortega, sustentaba su presupuesto en la Asamblea para pedir el nombre del contacto de esa entidad para que ella y su equipo de trabajo fueran enlace entre estos y los más de mil cafeteros de su circuito que necesitan “apoyo”. La respuesta de Ortega fue: “El contacto soy yo”.
A juicio de Ábrego, la adquisición de tierras del Estado y sus “actividades particulares” no deberían ser objeto de investigaciones periodísticas. Alegó que no le parece “casual” que se cuestione ahora, justo cuando formalizó su postulación para la candidatura presidencial de Cambio Democrático.