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Mujeres laboriosas. En la comarca Ngäbe Buglé cosechan varios rubros

Quieren romper el círculo de la pobreza

Herminia Rivera

Por Herminia Rivera

Estas féminas de gran tenacidad han sabido sacar lo mejor en medio de la pandemia por la covid-19; se unieron y han conseguido sacar varias cosechas de ñame, plátano, otoe, poroto, pepino, que sirven para su dieta diaria, la de su comunidad y para la comercialización, que rinde para enviar a los niños a la escuela y buscar atención médica.

Son muchos los cultivos de calidad que a diario salen de las fértiles tierras de la comarca Ngäbe Buglé, para el consumo no solo de sus residentes , sino de vecinos y hasta para otras provincias.

Entre estas cosechas se encuentran las de varias asociaciones de mujeres, como de la Organización Productoras de Mujeres de Cerro Gavilán (Opromucg), de comunidades como Cerro Puerco y Cerro Gavilán, que se han unido para cultivar y sacarle provecho a sus tierras.

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Estas féminas de gran tenacidad han sabido sacar lo mejor en medio de la pandemia por la covid-19; se unieron y han conseguido sacar varias cosechas de ñame, plátano, otoe, poroto, pepino, que sirven para su dieta diaria, la de su comunidad y para la comercialización, que rinde para enviar a los niños a la escuela y buscar atención médica.

María Antonia Salinas tiene 32 años de edad y es una de las mujeres que decidieron poner a producir la tierra e ir poco a poco rompiendo con el círculo de la pobreza.

MOTIVADAS

A esta madre le toma dos horas caminar desde Cerro Gavilán hasta llegar a donde están las diversas parcelas, pero asegura que está muy motivada, ya que con la venta de porotos y ñame pudo este año comprarle todos los útiles escolares a sus hijos, sus uniformes, zapatos, botas, zapatillas y poder salir de su poblado para llevar a sus pequeños a recibir atención médica y colocarse sus vacunas. “Me siento muy orgullosa de lo que hemos podido lograr hasta ahora, y tengo el sueño de sembrar más hectáreas de tierras con otros rubros y seguir generando más ingresos para la familia”, dijo emocionada.

En su grupo participan 21 mujeres y dos caballeros, quienes entregan toda su fuerza en cada jornada de trabajo.

Estos trabajadores del campo están muy agradecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por su aporte técnico y acompañamiento a la hora de elegir un rubro, cómo sembrarlo y cuidarlo para que sea sostenible.

Las féminas expresaron que gracias al aporte financiero del Banco Mundial, ellas pueden cultivar sus tierras y sacarle el mayor provecho en beneficio de sus familias y comunidades.

Cada mujer tiene su historia que debe motivar a las autoridades a seguir aportando fondos y construyendo carreteras seguras para que estos panameños puedan salir a comercializar sus productos y no sean una carga para nadie.

Cultivos

De estas tierras salen productos de buena calidad:

Ñame: Más de 17 quintales cosechados.

Poroto: 25 hectáreas sembradas.