El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, arribó este domingo a París en el marco de una visita oficial destinada a fortalecer los lazos diplomáticos entre Panamá y Francia. Esta visita es especialmente significativa, ya que marca la primera vez en 11 años que un presidente panameño es recibido en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa.
Mulino se reunirá el lunes con el presidente francés, Emmanuel Macron, en un encuentro que se centra en dos temas principales: el rechazo de Panamá a la lista discriminatoria de la Unión Europea (UE) que clasifica a ciertos países y territorios como no cooperadores en materia fiscal, y el relanzamiento de las relaciones bilaterales con Francia.
“Desde hace tiempo, hemos enfrentado la inclusión de Panamá en la lista negra de paraísos fiscales, y es fundamental que dejemos en claro que ni lavamos dinero como política de Estado, ni financiamos el terrorismo”, afirmó Mulino antes de su llegada a la capital francesa. Acompañado por una delegación que incluye al ministro de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha, y otros altos funcionarios, el presidente panameño busca demostrar a las autoridades francesas y europeas que la inclusión de Panamá en esta lista carece de fundamento.
La visita se produce en un contexto donde Panamá logró salir de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) el año pasado, aunque sigue figurando en la lista negra de la UE. Este estigma ha tenido repercusiones serias sobre la reputación del país, especialmente tras el escándalo de los ‘Papeles de Panamá’ en 2016, que impulsó reformas legales para cumplir con los estándares internacionales.
La reunión con Macron, programada para las 16:00 horas locales, es hasta ahora la única oficial en la agenda del mandatario panameño durante su gira de tres días en Francia. El Gobierno panameño busca no solo reafirmar su posición ante la UE, sino también reforzar sus relaciones bilaterales con Francia en un contexto internacional cada vez más complicado.