Tradicionalmente, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) hoy en el poder ha estado siempre más cerca políticamente de China que los panameñistas, pero las cosas han cambiado.
Resulta que hace más de dos años, el entonces presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, en cadena nacional, sorprendió a los panameños y al mundo, rompiendo relaciones con China Taipéi y entablando por primera vez en al historia relaciones diplomáticas con China Continental, con la que teníamos hasta ese momento relaciones comerciales.
Apenas se dio ese anuncio “el coqueteo diplomático” entre Panamá y China fue en aumento y hasta el presidente de China, Xi Jinping visitó Panamá, donde se formalizaron las relaciones y hasta se dieron los pasos para un Tratado de Libre Comercio con China, que parece haber bajado su intensidad.
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Unas de las ofertas más sorprendentes de China hacia Panamá fue su interés de construir de David a la ciudad capital un tren, que le permita desplazar carga y pasajeros por todo el país y también que sirva de conexión con los países fronterizos.
El proyecto inicialmente de más de 4 mil 100 millones de dólares encantó al entonces presidente Varela, y hasta se adelantaron los detalles para los estudios de prefactibilidad. Incluso el gobierno saliente quería dejar lista las normas para que no se comprometieran las tierras por dónde pasaría el tren chino, como se le denominó en Panamá.
Pero desde el pasado 1 de julio, el país tiene un nuevo presidente, Laurentino Cortizo Cohen, quien con su equipo de Cancillería y de Comercio Exterior parecen estas más cerca de Estados Unidos y cada día más lejos de China.
Esto obviamente, es un giro a la política exterior de Varela, quien incluso luego de haber dejado el mandato ha defendido su visión para que Panamá y los países de la región miren hacia países del Asia, porque puede ser provechoso para el crecimiento de nuestras economías y comos socios estratégicos.
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Sin embargo, el presidente Cortizo, ayer viernes, confirmó lo que se venía diciendo. Aseguró que en sus primeros 60 días de mandato no le ha dedicado ni un minuto al proyecto del tren chino.
Dijo que le interesan otro tipo de conexiones internas en el país y que este proyecto por el momento no es prioridad.
La postura del actual presidente se apartan de las que venían impulsando los panameñistas, porque incluso el candidato presidencial, José Blándón defendió el tren chino, porque a su juicio la mayoría de los proyectos de desarrollo se hacen en la capital y no se piensa en la población del interior del país.