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'No podemos morir llegando a la orilla’. Iglesias católicas no abrirán este lunes, advierte monseñor Ulloa

Los templos abrirán cuando las parroquias estén listas

Martha Concepción

Por Martha Vanessa Concepción

Monseñor José Domingo Ulloa (Corprensa)

Las iglesias católicas no abrirán este lunes 1 de junio, como lo permite el segundo bloque autorizado por el Ministerio de Salud, según informó Monseñor José Domingo Ulloa.

En la mañana de este sábado, 30 de mayo, Ulloa aseguró que los templos abrirán cuando las parroquias estén listas y tengan conformados comités covid-19 para evitar contagios.

“Los templos se abrirán cuando se esté preparado todos los controles de salud, de cada uno”, dijo monseñor al final de su misa sabatina.

“No podemos morir llegando a la orilla”, dijo Ulloa y reiteró “cuando los 98 templos estén preparados se anunciará la fecha de apertura”. Así lo confirmó FeTVDiario.

De acuerdo a Ulloa, de los 98 templos católicos que hay en la Arquidiócesis, solo 32 les han entregado información sobre las medidas a tomar contra el Covid-19 y si no se cumple con ese requisito, no podrán abrir.

El arzobispo Panamá también realzó a la etnia negra en su día y rechazó los actos de discriminación racial como lo ocurrido en Estados Unidos donde un policía asesinó a un hombre negro por prejuicios raciales.

Ya en una asamblea plenaria los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña habían establecido las Normas Generales para la reapertura de los templos católicos y las celebraciones litúrgicas.

El Arzopbispo ya había adelantado que, por ahora, no habrá bautizos, solo en casos de gravedad; los matrimonios y los funerales se deben realizar cumpliendo el aforo del 25 por ciento de la capacidad del templo, y las medidas de seguridad. Las confesiones se harán colocando un acrílico o material plástico entre el ministro y el penitente, que debe ser limpiado luego de cada confesión.

La mascarilla es de uso obligatorio para todos los que están ayudando en el templo, así como el lavado de manos cada 30 minutos. Los lectores de la Palabra durante las celebraciones deben lavarse las manos antes y después de proclamar.

Los obispos han recalcado que estas Normas Generales para la reapertura gradual de los espacios físicos de la vida eclesial, sobre todo para el aspecto sacramental, pueden ser adecuadas según la realidad urbana y rural.

Uno de los primeros pasos es la conformación del Comité Diocesano de Salud e Higiene COVID-19, y el Comité Parroquial de Salud e Higiene COVID-19, responsables de preparar, organizar y orientar a la comunidad para la reapertura de los templos, y el retorno a las celebraciones.

Entre las normativas se contempla que la participación de fieles en las celebraciones estará limitada al 25% de la capacidad del templo; se estima que aumentarán el número de misas; y se invita a las personas en riesgo y niños a que sigan las celebraciones litúrgicas a través de las plataformas digitales y medios de comunicación.

En el saludo de la paz se evitará el contacto físico; la comunión se dará en la mano, y solo en la especie del Pan Eucarístico.Los otros sacramentos que se impartirán, siguiendo las medidas de seguridad establecidas, son el de la confesión y la unción de los enfermos.

Logística y adecuaciones en el templo:

a. Mantener el templo abierto con las bancas espaciadas. Abriendo las diferentes puertas del templo, con la finalidad de favorecer la ventilación de este, así como evitar el contacto con las puertas para entrar y salir.

b. Si es posible, marcar con etiqueta de color el lugar donde debe sentarse cada persona, y hacer la suma del total de los lugares asignados por misa.

c. Indicar a cada persona que solo está permitido sentarse en donde se tenga la etiqueta.

d. Revisar el número de misas a ofrecer. Esto dependerá de la expectativa de la asistencia de los fieles; y también de los antecedentes de la asistencia.

e. Con base en lo anterior, definir si se mantiene el mismo número de misas o si se tiene la posibilidad de aumentar la cantidad de las

mismas. Establecer un intervalo adecuado entre celebraciones para la higienización del templo.

f. Cubrir los micrófonos que se utilizan en el templo con papel plástico para proteger el equipo y mantenerlos higienizados.


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Equipos de higienización

a. Informar a los fieles acerca de la necesidad de traer equipo de protección (cubrebocas o mascarillas, etc.), asegurando que se tenga

disponibilidad de estos equipos.

b. Entrenar adecuadamente al personal de limpieza y a voluntarios, para la adecuada limpieza y sanitización del lugar, antes y después

de cada misa.

c. Sanitizar las áreas susceptibles de ser tocadas: bancas, sillas, mesas, perillas, baños, pisos, etc.

d. Tener un equipo de laicos que ayuden a sanitizar las manos de las personas con alcohol o gel alcoholado, así como el acomodo de las personas al momento de entrar al templo.

e. Colocar anuncios visibles en el templo a propósito de la utilización estricta de accesorios de protección, de la mascarilla, prácticas de higiene al estornudar y toser, en el uso de dispositivos electrónicos, etc.

Acceso o ingreso al templo

a. Definir un procedimiento claro de acceso al templo. Buscar siempre cumplir con las disposiciones de salud, el respeto y la dignidad de los fieles.

b. Invitar a los fieles a llegar a la misa puntualmente. Señalarles que deben ubicarse en los espacios designados, siguiendo las

indicaciones de los miembros del Comité Parroquial COVID-19.

c. Medir la temperatura de las personas que están por entrar a la misa. Si la temperatura es mayor a los 37.5° c, o si ha estado en contacto con alguna persona positiva al COVID-19 en los días precedentes, por instrucciones de la Secretaria de Salud se recomienda no asistir a la misa.

d. Según las normas establecidas, y actuando con caridad y prudencia, no se debe permitir la entrada de los fieles que presentan síntomas de resfriado o COVID-19.

e. Evitar la movilización de un sitio a otro dentro del templo una vez inicie la celebración. Si deben salir, que sea por la puerta más

cercana.

En la celebración Eucarística (Misa)

a. Se recomienda que se disminuya el tiempo de duración, y aumentar la cantidad de celebraciones Eucarísticas para los días en que haya mayor afluencia de fieles, como los domingos o en una fiesta en particular.

b. El numero de ministros presentes en el presbiterio debe reducirse al mínimo, observando siempre las indicaciones del distanciamiento físico.

c. Sobre el ministerio de música, mantener un solo cantor o máximo tres voces individuales, y acompañado de un músico de algún instrumento, guardando siempre el distanciamiento entre cada uno.

d. El cáliz, la patena y los copones estarán cubiertos con la “palia” durante la plegaria eucarística, y el sacerdote celebrante higienizará sus manos al empezar el canon de la misa, y los demás ministros de la comunión antes y después de distribuirla.

e. El saludo de la Paz, que no es obligatorio, podrá realizarse mediante un gesto externo (inclinación de cabeza, agitación de manos) pero sin ningún contacto físico, y sin moverse de su puesto.

f. La Sagrada Comunión se distribuirá solo bajo la especie de pan y se recibirá en la mano. Tanto el ministro como el comulgante deberán portar el tapabocas.

g. Para recibir la Sagrada Comunión habrá una vía de ida y otra de regreso en cada nave del templo, respetando siempre la distancia física y evitando todo tipo de contacto y aglomeración. Se debe organizar que un coordinador vaya indicando la salida a comulgar banca por banca. Y regresar por los espacios laterales disponibles.

h. Teniendo en cuenta la cantidad de comulgantes, de ministros extraordinarios de la comunión y la estructura del templo, también podría distribuirse la comunión sin que los fieles dejen sus puestos: quienes quisieran recibir la comunión se quedarían de pie y los ministros recorrerían los pasillos.

i. Después de que el sacerdote presenta el Cuerpo y la Sangre de Cristo: “Este es el Cordero de Dios...” y el pueblo responde: “Señor, no soy digno...”, el sacerdote dice: “El Cuerpo de Cristo” y el pueblo contesta: “Amén” , omitiendo el diálogo individual en el momento de la comunión.

5. Salida del templo luego de la Celebración

a. Anunciar –el presbítero o monitor– sobre la forma de proceder en la salida para que la feligresía mantenga la calma y especialmente el distanciamiento físico, evitando las aglomeraciones en las puertas o atrios de los templos.

b. La salida del templo se hará de forma ordenada, según la orientación del personal designado para esto.

c. La colecta no se hará durante el ofertorio, sino que personal designado, al finalizar la Misa, se ubicará en las salidas del templo, siguiendo los criterios de seguridad establecidos, con el recipiente adecuado para hacer la colecta.

6. Los demás sacramentos se impartirán con medidas de seguridad particulares


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Otras visitas al templo:

a. En las exequias de difuntos y funerales se seguirán los mismos criterios de todas las celebraciones eucarísticas y, aunque sea difícil en esos momentos de dolor, hay que insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y también mantener la distancia física de seguridad.

b. Las visitas al templo para la oración o adoración del Santísimo, deben seguir las medidas generales, evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración.


Transmisión de las Celebraciones

a. Las parroquias que ya realizaban transmisión de su Eucaristía en plataformas digitales o a través de algún medio como la radio o la televisión, prevean que al menos una de las eucaristías dominicales se continúe transmitiendo.

b. Las parroquias que aún no cuenten con transmisión de la Eucaristía por plataformas digitales o a través de algún medio como la radio o la televisión, prevean que puedan ofrecer la transmisión de al menos una Misa dominical.

c. Buscar la profesionalización de estas transmisiones, tanto en recursos humanos, materiales o de software.