Boquete, un hermoso pueblo de montaña en la provincia de Chiriquí, está siendo sacudido por un problema persistente de ruido nocturno, desencadenado principalmente por negocios en el área central del distrito. Los residentes locales han expresado su angustia ante este creciente problema que afecta su descanso y su salud.
El ruido, proveniente de bares, restaurantes, vehículos con bocinas y camiones sin silenciadores, se ha convertido en una molestia constante para los habitantes de Boquete. Este estruendo nocturno no solo interrumpe el sueño de los residentes, sino que también impacta negativamente en aquellos que madrugan para trabajar, en los niños que deben asistir a la escuela y en los adultos mayores y enfermos que requieren descanso.
El Comité No Más Ruido en Boquete ha surgido como una voz para aquellos afectados por esta situación. Este grupo expresa su preocupación por la falta de atención y acción efectiva por parte de las autoridades locales encargadas de garantizar la tranquilidad y la salud pública.
El alcalde de Boquete, Joswar Alvarado, ha respondido a las preocupaciones de la comunidad, destacando los desafíos legales que enfrenta el municipio para abordar el problema del ruido. Aunque la alcaldía no puede revocar los permisos otorgados por el Ministerio de Comercio e Industria (MICI) para actividades que involucren ruido, Alvarado ha señalado la posibilidad de imponer multas como medida disuasoria.
Por su parte, la directora Regional de Salud de Chiriquí, Gladys Novoa, ha afirmado que el Ministerio de Salud (Minsa) está trabajando para abordar el problema del ruido en Boquete. Sin embargo, se enfrentan a limitaciones de personal que dificultan la realización de inspecciones nocturnas de manera regular. A pesar de estos desafíos, el Minsa está tomando medidas para monitorear los niveles de ruido en la zona.
Los comerciantes en Boquete también han expresado su perspectiva. Algunos propietarios de negocios sienten que están siendo hostigados por un grupo minoritario de residentes que presentan quejas continuas y realizan filmaciones en sus locales. Aunque reconocen la importancia de cumplir con las regulaciones de ruido, argumentan que estas acciones están afectando negativamente a sus negocios y al turismo en general.
En última instancia, la lucha contra el ruido en Boquete requiere una colaboración multidisciplinaria y un enfoque equilibrado que considere las preocupaciones tanto de los residentes como de los empresarios locales. La aplicación efectiva de las regulaciones existentes, junto con medidas de sensibilización y colaboración entre las autoridades locales y la comunidad, será fundamental para abordar este desafío y restaurar la paz y la calidad de vida en esta encantadora comunidad de montaña.