En un esfuerzo por abordar la creciente crisis migratoria en la región del Darién, el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, junto a su homólogo colombiano, Luis Murillo, realizaron un recorrido por las zonas fronterizas de Capurganá y Necoclí, en Colombia. La visita tuvo como objetivo evaluar de primera mano las condiciones y desafíos que enfrentan miles de migrantes al atravesar esta peligrosa región, que se ha convertido en una de las principales rutas para quienes buscan llegar a Estados Unidos.
La iniciativa es parte de los preparativos para la próxima sesión trilateral que se llevará a cabo en Cartagena, Colombia, donde los cancilleres de Panamá, Colombia y representantes de Estados Unidos discutirán temas cruciales relacionados con la migración irregular. En este recorrido también participó el vicecanciller panameño, Carlos Ruiz Hernández, reforzando el compromiso de Panamá en la búsqueda de soluciones coordinadas y efectivas.
Me encuentro en la zona fronteriza de Capurganá y Necoclí junto a los cancilleres @JavierAchaPma 🇵🇦 y @LuisGMurillo 🇨🇴, realizando una gira de trabajo para conocer, de primera mano, la situación derivada de la migración irregular en esta zona, como agenda previa a la sesión de… https://t.co/D9BVHHc0Ei pic.twitter.com/xD1kI8Dquk
— Carlos Ruiz-Hernandez (@RuizHernandezC) August 25, 2024
El canciller Martínez-Acha compartió detalles de la misión a través de su cuenta en la red social X, destacando la importancia de entender mejor la situación en la frontera, especialmente en un momento en que el flujo migratorio ha alcanzado niveles alarmantes. La selva del Darién, conocida por sus condiciones extremas y los peligros que representa, se ha convertido en un camino recurrente para miles de personas que arriesgan sus vidas en su intento por alcanzar un futuro mejor en el norte del continente.
Panamá ha implementado un proceso de flujo controlado para los migrantes que atraviesan su territorio, con el fin de brindar asistencia humanitaria y asegurar que reciban la atención necesaria, especialmente en lo que respecta a su salud. Según las autoridades panameñas, muchos de estos migrantes llegan en condiciones de salud delicadas, lo que subraya la urgencia de una respuesta conjunta entre los países involucrados.
La próxima sesión de trabajo en Cartagena será un escenario clave para que las naciones involucradas discutan estrategias que permitan enfrentar esta crisis humanitaria, con un enfoque en la cooperación internacional y la protección de los derechos humanos. El canciller Martínez-Acha ha reiterado el compromiso de Panamá de continuar trabajando en estrecha colaboración con Colombia y Estados Unidos para encontrar soluciones sostenibles a esta problemática que afecta a toda la región.