Este domingo, 21 de junio, Día del Padre en Panamá, monseñor José Domingo Ulloa oró por todos los padres, pero en especial dedicó unos minutos por aquellos papás que han muerto víctimas por la pandemia del covid-19.
“Una oración por los padres que ya no están en especial a los que hemos perdido por esta crisis sanitaria”, manifestó Ulloa en medio de su homilía.
Reiteró que, aunque están en el Bloque 2 autorizado por el Ministerio de Salud, mientras no se aplane la curva de contagios, los templos no abrirán sus puertas, porque deben ser lugares de seguridad y paz.
Sin embargo, llamó a no alarmarse, a no ser prisioneros del miedo, ante los números disparados de personas contagiadas, porque eso paraliza.
“No nos llenemos de miedo por el alto número de contagios. Mientras más números de pruebas, hay más probabilidad de casos positivos y es bueno que se les ubique, pero sí es cierto que el personal de salud se está agotando... Por eso, usemos siempre la mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social”, recomendó.
El arzobispo destacó la labor de los padres y en especial a la familia como la empresa más importante en el mundo, la que es imprescindible reactivar. “Es la más grande escuela de la humanidad, nos enseña a estar atentos a la vida de los demás y es el arma más poderosa de la sociedad”, dijo.
Explicó que este Día del Padre marca justo el inicio de la Semana de la familia, a la que hay que rescatar y defender.
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“El Papa nos dice, no existen familias perfectas, no existen padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta, no hay hijos perfectos, no hay suegra perfecta, todos nos decepcionamos los unos a los otros, no existe una familia saludable sin el ejercicio del perdón, es la sanatización del alma, de la mente, y la liberación del corazón... quien no perdona no tiene paz del alma ni comunión con Dios”, manifestó Ulloa.
“Hay gente que anda medio ‘depre’, porque no ha podido comprar regalo, bendito Dios que no han podido comprar; el regalo más grande es el pedir perdón por no ser lo que estamos llamados a ser. Cuidemos a nuestras familias”.
Valoró el papel del padre en el centro de la familia, el imponer autoridad de forma amorosa y responsable en la manera de relacionarse con sus hijos. “Es tan importante la figura del padre como la de la madre para que los hijos crezcan equilibrados”.
Dijo que los hijos necesitan del ejercicio de la autoridad para ayudarlos a crecer, “poner límites, sin eso se crece torcido”.
Para Ulloa, ninguna madre puede sustituir a un padre. “Hay madres valientes, luchadoras, porque han luchado por sus hijos para que sean personas de bien. Eso no significa que la mujer sola sea padre y madre, la figura del padre es necesaria, tu presencia en el hogar proporciona a tu mujer e hijos la seguridad que no puede suplir nadie, la tarea de educar es mucho más efectiva cuando se hace entre dos”, explicó.
“Los grandes problemas actuales se solucionarían si los padres cumplieran con sus responsabilidad, son las armas más poderosos con que cuenta nuestra sociedad para la estabilidad de nuestros niños y jóvenes”, dijo.
Reiteró que la cuarentena ha cambiado muchas cosas. “Este domingo sé que muchos visitaban las tumbas y criptas en los templos. Manifestó que decidieron mantener los templos cerrados y eliminar la visita a las criptas, “por prudencia, para cuidar la vida de las personas, porque nuestros templos no pueden ser lugar de riesgo por el covid-19″, explicó monseñor Ulloa.
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