Este jueves 9 de octubre, los residentes de la barriada La Reyna, en Vacamonte, se manifestaron cerrando la vía que conduce al puerto en demanda del suministro de agua potable. La protesta se realizó como medida de presión tras el incumplimiento de un acuerdo previamente establecido con el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), que se había comprometido a abastecer de agua a la comunidad dos días a la semana. Según los residentes, este pacto no se cumplió, lo que los llevó a bloquear la vía en señal de protesta.
Ante la manifestación, las Unidades de Control de Multitudes (UCM) de la Policía Nacional se presentaron en el lugar para dispersar a los manifestantes y reabrir el tráfico, lo que desencadenó enfrentamientos y la aprehensión de varias personas. Los manifestantes, en su mayoría residentes que exigen un derecho básico, se mostraron frustrados ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
En medio de la tensión, representantes de la Alcaldía de Arraiján, incluido el vicealcalde y el representante del corregimiento de Vacamonte, llegaron al lugar para dialogar con los manifestantes e intentar ofrecer soluciones que permitieran poner fin a la protesta. Sin embargo, la intervención de la UCM para dispersar la manifestación complicó el panorama.
El vicealcalde de Arraiján se pronunció en contra del uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional, señalando que la violencia no era la forma adecuada de resolver el conflicto. Insistió en que se debería haber priorizado el diálogo para llegar a un acuerdo que garantizara el suministro de agua a la comunidad y evitar así mayores tensiones.
[ La jugada millonaria secreta de Fábrega: Millones bajo la mesa en plena pandemiaOpens in new window ]
Los residentes de La Reyna, cansados de promesas incumplidas, manifestaron que continuarán exigiendo el abastecimiento de agua potable, un servicio básico que consideran fundamental para sus hogares. Afirmaron que, a menos que se tomen medidas concretas para resolver la situación, están dispuestos a volver a las calles para hacer oír su voz y garantizar que sus necesidades sean atendidas.