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Unos $30 millones de la descentralización fueron manejados por figuras afines a Benicio

El diputado de Bocas y presidente del PRD garantizó así un control político

Se ha favorecido por su condición de presidente de la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional.

En un descarado acto de corrupción, el diputado Benicio Robinson, presidente del PRD y líder de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional (AN), ha recibido casi $30 millones fuera del marco legal establecido por la Ley de Descentralización.

Estos fondos fueron canalizados hacia 22 juntas comunales mayoritariamente afines al PRD y tres municipios, justo en el momento en que Robinson se disputaba el control del partido. Además, se destinaron otros $11 millones al distrito gobernado por la familia de la contratista favorita del Estado, Bagatrac.

La provincia de Bocas del Toro, la cuarta en recibir más fondos para juntas comunales y la tercera en cuanto a municipios, fue favorecida con asignaciones de $24.6 millones para 22 corregimientos y $4.2 millones para tres alcaldías. Estas cifras representan un alarmante 11.9 % de los fondos distribuidos a través de esta estructura paralela en todo el país.

Pa’ los fieles a Robinson

La mayoría de estos recursos fueron direccionados a juntas comunales controladas por representantes del PRD, quienes responden directamente al diputado Robinson.

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El reparto de fondos se ha centrado en las juntas comunales controladas por Robinson y sus allegados. Por ejemplo, en un solo día se emitieron 25 órdenes de pago por la exorbitante suma de $3.3 millones en la provincia de Bocas del Toro, coincidiendo convenientemente con los intereses electorales del diputado. Además, han surgido denuncias de nombramientos y entrega de sobornos para asegurar votos durante las disputas internas del PRD.

Nunca hubo contención

Esta situación no es sorprendente, dado que los diputados han abusado de los recursos públicos en beneficio propio en múltiples ocasiones. En este caso en particular, se ha duplicado el presupuesto en los últimos cinco años, a pesar de la recesión causada por la pandemia y los recortes en sectores fundamentales como educación y salud. Ahora se revela cómo también se manipulan los recursos de otras entidades estatales, como los fondos extraordinarios de la descentralización paralela.

Raya para los adversarios

En Bocas del Toro, queda evidente la preferencia hacia las juntas comunales controladas por Robinson y sus allegados, mientras que los gobiernos locales que no pertenecen al PRD son excluidos sistemáticamente. Las comunidades han protestado en repetidas ocasiones debido a la falta de servicios básicos, como agua potable, carreteras y centros de salud, a pesar de los millonarios fondos asignados.

Pese a los millones que se mueven por allá, la pobreza sigue imperando en Bocas del Toro.

La forma en que se han repartido estos fondos plantea serias interrogantes sobre el verdadero destino del dinero asignado a las juntas comunales. Los registros muestran numerosos pagos por montos considerablemente menores, supuestamente destinados a alimentos, mantenimiento de vehículos y mobiliario.

Gastos sin pruebas

Los representantes de las juntas comunales alegan haber adquirido equipos y vehículos con estos fondos, pero no presentan pruebas claras de las supuestas inversiones sociales realizadas.

José De La Lastra, representante de Changuinola y el que más ha recibido ($6 millones), por ejemplo, dijo que el dinero fue a “compra de un equipo”, dos camiones y “una retroexcavadora, por el rango de $750 mil”, además de “un carro mortuorio”.

Este medio llamó a De La Lastra para que hablara de los $6 millones que ha recibido entre 2021 y 2023, pero no respondió.

Historia se repite

Este caso pone de manifiesto una vez más el abuso de los recursos públicos por parte de los diputados para su beneficio personal.

La historia de los diputados que utilizan los recursos del Estado en su propio provecho se remonta al uso de la chequera por parte del expresidente Ricardo Martinelli para crear tránsfugas políticos.

Posteriormente, se usaron las planillas de pago y las partidas discrecionales, como la partida 172, así como los millonarios préstamos del Ifarhu para estudios, entre otras prácticas corruptas. En este caso, después de $30 millones recibidos en Bocas del Toro, ocho de sus corregimientos siguen estando entre los más pobres del país.