El río Rincón se convirtió en escenario de tragedia para Víctor Saldaña, de 65 años, cuyo cuerpo fue encontrado luego de cuatro días de intensa búsqueda por parte del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), SENAN y Senafront. El martes a las 9:30 a.m., el equipo de rescate localizó su cadáver 20 kilómetros río abajo, en el corregimiento de Los Anastacios, en el distrito de Dolega, Chiriquí.
Saldaña había sido arrastrado por la corriente del río, cerca de la Central Hidroeléctrica, en el mismo distrito, después de que las lluvias aumentaran peligrosamente el caudal. El trágico desenlace se suma a la lista de víctimas que han perecido en las aguas de los ríos en la última semana.
En la provincia de Veraguas, Carlos Pérez Urriola, de 63 años, perdió la vida al intentar cruzar una quebrada crecida en la comunidad de Media Luna, en La Chitra, distrito de Calobre. Según informes del Sinaproc, Pérez Urriola fue arrastrado por la corriente el pasado fin de semana. Las lluvias torrenciales, que han afectado la región, dificultaron la operación de rescate.
La comarca Ngäbe Buglé también fue escenario de tragedias. En un caso desgarrador, un adolescente de 16 años perdió la vida al ser arrastrado por la corriente del río Cerro Gavilán. El menor fue reportado como desaparecido el domingo y su cuerpo fue hallado horas más tarde por los equipos de rescate, conmocionando a la comunidad local.
Además, en la misma comarca, se recuperó el cuerpo de un hombre de 68 años que había desaparecido en las aguas del río Balsa. Las autoridades locales, en coordinación con el Senafront, lograron recuperar el cadáver tras una intensa búsqueda.
Por si fuera poco, en la misma provincia, la Fiscalía de Homicidios investiga la muerte de un hombre cuya identidad aún no ha sido confirmada. Su cuerpo fue hallado flotando en el río Chucunaque, provincia de Darién, en la comunidad de El Salto, el pasado domingo.
Las intensas lluvias y el desbordamiento de los ríos han cobrado la vida de varias personas en todo el país. Las autoridades reiteran el llamado a la población para que evite cruzar ríos y quebradas crecidos, ya que el riesgo es mortal.