Policiales

Sangre y muerte: Cuatro homicidios en 48 horas sacuden a Panamá

Cuatro muertos, múltiples heridos y un ambiente de terror: la violencia se toma las calles

Carlos Ávila

Por Carlos Ávila Rivas

El joven de 19 años falleció tras recibir un disparo en la cabeza durante un ataque armado en San Miguelito.

Todo comenzó en la madrugada del miércoles 11 de diciembre, en la calle 3 de San Mateo, en La Chorrera. Un vehículo con las luces encendidas y el motor en marcha llamó la atención de los residentes. En su interior yacía Jorge Luis Jiménez Guerrero, de 25 años, con un disparo en la nuca. A pesar de la rápida llegada del Sume 911, no había nada que hacer.

El barbero “Coraje” en Torrijos Carter

Ese mismo día, pero por la tarde, otro crimen sacudió a Torrijos Carter, en San Miguelito. Luis Daniel de la Cruz, conocido como “Coraje”, fue acribillado frente a su casa, ubicada cerca de una antigua discoteca. La víctima, muy conocida en su vecindario por su barbería, fue atacada por sicarios que huyeron dejando a tres menores como principales sospechosos.

Río Abajo: El cuerpo de un conductor de plataforma

La mañana del jueves, los vecinos de Altos del Río, en Río Abajo, despertaron con la noticia de un cadáver en un vehículo gris. Se trataba de un conductor de plataforma digital, que fue brutalmente asesinado con múltiples heridas de arma blanca. La Policía capturó a uno de los sospechosos, a quien se le encontró dinero, celulares y rastros de sangre.

Ataque armado en Valle de Urracá

Pero la tragedia no terminó ahí. Al mediodía, un ataque armado en Emberá Purú, San Miguelito, dejó a un joven de 17 años muerto y dos personas heridas. La víctima recibió un disparo en la cabeza y murió antes de llegar al centro de salud. Entre los heridos, uno permanece en estado crítico.

Colón: Un hombre entre la vida y la muerte

Como si no fuera suficiente, otro hombre lucha por su vida en el Hospital Manuel Amador Guerrero, en Colón, tras ser impactado en la cabeza durante un ataque armado en Barrio Sur. Hasta el cierre de esta nota, las autoridades no han reportado aprehensiones relacionadas con ninguno de los casos.

Un país en estado de alarma

Mientras los homicidios aumentan, Panamá vive con el miedo de que esta ola de violencia continúe. Con cuatro muertes menos que las 556 registradas el año pasado, las autoridades se enfrentan a un reto monumental: detener esta espiral de sangre que cada día parece más incontrolable.