Investigadores predicen que la esperanza de vida aumentará en casi 5 años para los hombres y más de 4 años para las mujeres en las próximas tres décadas, especialmente en países con esperanza de vida más corta.
Este aumento se debe a mejoras en la salud pública, como la prevención, detección y tratamiento de enfermedades cardíacas, covid-19 y problemas de salud relacionados con enfermedades infecciosas, parto y nutrición.
Sin embargo, las enfermedades crónicas como la cardiopatía, diabetes, cáncer y enfermedades pulmonares influirán más en la esperanza de vida futura. Factores de riesgo como obesidad, presión arterial alta, mala alimentación, falta de ejercicio y tabaquismo tendrán un impacto significativo en la salud y esperanza de vida.
Desde 2000, los años perdidos por mala salud y muerte prematura debido a factores de riesgo metabólico han aumentado un 50%. El doctor Chris Murray destacó la oportunidad de mejorar la salud global abordando estos factores de riesgo metabólicos y dietéticos.
La esperanza de vida global se prevé que aumente de 73.6 años en 2022 a 78.1 años en 2050, y los años de vida saludable de 64.8 a 67.4 años.
En EE. UU., la esperanza de vida subió de 76.4 años en 2021 a 77.5 años en 2022, aún por debajo de los 78.8 años pre-pandemia.
Se espera que la esperanza de vida global aumente en los países menos desarrollados, reduciendo la disparidad con las naciones desarrolladas, especialmente en África subsahariana.