Es bien conocido que el consumo excesivo de alcohol puede causar una variedad de problemas de salud física y mental, pero el consumo moderado de ciertas bebidas alcohólicas, como el coñac, se ha relacionado con beneficios para la salud, como reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y postergar los indicios del envejecimiento.
El coñac se considera similar al brandy; sin embargo, se produce en la ciudad de Cognac, Francia, y es un licor que se obtiene destilando vino, por ello su potencial antioxidante que contiene polifenoles, un grupo de sustancias químicas con más de un grupo fenol en su molécula y que suelen estar presentes en algunas frutas, verduras, cereales y leguminosas.
Publicaciones científicas han respaldado las ventajas del coñac, las investigaciones más exhaustivas han llegado a la conclusión de que, aunque a muchos les resulta difícil creer, no hay evidencia sólida que demuestre que el consumo de alcohol tenga beneficios para la salud; no obstante, existen estudios realizados en ratones en los que se ha demostrado que el consumo de alcohol puede ser beneficioso, a excepción durante el embarazo.
Para gozar de los privilegios que brinda el coñac, es importante combinar su consumo con una dieta saludable y equilibrada, realizar ejercicio de manera regular, hacer revisiones médicas cada cierto tiempo y obvio, beber 12 mL diarios de un buen coñac.
Es cierto que el alcohol puede ser una herramienta para aliviar el estrés, comunicarnos más fácilmente y olvidar los problemas, otorgando una sensación de calma, felicidad y despreocupación, pero es importante mencionar que para no caer en el vicio, se debe poseer una buena salud mental.
Con este descubrimiento, no se desea que las tasas del consumo de alcohol aumenten por tratar un miedo que muchos no saben cómo sobrellevar, se busca que se vaya aceptando aquellas líneas de expresión y arrugas que se hacen más evidentes, y la pérdida de volumen y elasticidad, tal y como decía el escritor y periodista Gabriel García Márquez: “No es verdad que la gente deja de perseguir sus sueños porque envejece, envejece porque deja de perseguir sus sueños”.
Por Milena Camargo Avila
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