Debe ser la compañera ideal del adulto mayor, es de suma importancia tenerla siempre consigo. Se trata de la vitamina D. Su consumo adecuado ofrece múltiples beneficios y es la mejor socia del adulto mayor.
Es esencial para mantener las defensas, un buen estado de la piel y de los huesos.
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Para aclarar varias dudas sobre este importante tema de la vitamina D, conversamos con la nutricionista y dietista Italia Farrier, de la Caja de Seguro Social.
Ventajas
Farrier explicó que existen muchas ventajas de que el adulto mayor mantenga niveles adecuados de la vitamina D en el cuerpo. La experta añadió que en las personas que se encuentran en el otoño de su vida previene la aparición de la osteoporosis, la cual es una enfermedad en la cual los huesos se vuelven frágiles y más propensos a fracturarse.
Micronutrientes
Por esta razón, la especialista afirmó que es ventajoso consumir este micronutriente que retrasa la pérdida del mineral óseo, ayudando a mantener el tejido fuerte y así evitar fracturas que resulten incapacitantes y, por ende, se pierda en la convalecencia gran parte de su independencia.
Farrier argumentó que otro de los beneficios es que desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la inmunidad natural, debido a que posee propiedades que reducen el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias.
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“Sin ella nuestro sistema inmunitario no podría combatir eficazmente a las bacterias y a los virus que lo atacan”, afirmó.
La nutricionista-dietista destacó que la vitamina D tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y neuroprotectoras que contribuyen a la salud de nuestro sistema nervioso.
Ingesta correcta
Sobre cómo alcanzar la ingesta correcta, admitió que son relativamente pocos los alimentos que contienen vitamina D en forma natural, y que entre las mejores fuentes están los pescados azules o grasos como la trucha, el pez espada, las sardinas, el salmón y el atún, así como los aceites de hígado de pescado.
Precisó que esta vitamina se encuentra presente en el queso, la yema del huevo y los hongos, especialmente en aquellos que se exponen a la luz ultravioleta, entre otros.
También podemos encontrarla en forma de suplementos. Subrayó la importancia de consultar al médico o nutricionista sobre la cantidad de vitamina D que requiere su condición de salud y las fuentes de alimentos recomendadas.
El sol, el mejor aliado
Un recurso natural que ayuda a obtener vitamina D es la luz solar. En circunstancias normales es de la luz solar, no tanto los alimentos, de donde proviene la mayor cantidad de esta fuente vitamínica.
Farrier señaló que la exposición responsable y prudente al sol en las horas correctas facilita su presencia, puesto que nuestro cuerpo la produce cuando la piel se expone a los rayos solares.
La licenciada Farrier informó que dentro de la industria alimentaria hay compañías que fortifican sus productos alimenticios tales como la leche, yogur o bebidas con este micronutriente.
Resaltó la importancia de leer la etiqueta nutricional de estos productos y así identificar si poseen ese componente adicional que tantos beneficios trae a la salud.