En el voleibol los atletas se sienten irrespetados, así lo describió Anabel Mckenzie, jugadora de la selección mayor.
Ellos no solo continúan afectados económicamente por una dirigencia política que se tomó su deporte por ocho años, sino que tienen la moral en el piso y practican su pasión en condiciones paupérrimas.
Sin embargo, hay aires de esperanza.
Luego de tolerar una dirigencia política que les negaba los viáticos y transparencia en el manejo de fondos públicos, además de exponerlos a competencias sin el debido entrenamiento, el pasado mes de enero, una nómina dirigida por ex atletas como Eduardo Guerra y Katherine Muñoz tomó las riendas de la Federación Panameña de Voleibol (Fepavol), venciendo a la presidida por el diputado Javier Ortega.
Entrega de activos de la Fepavol pic.twitter.com/0a05lIGEyf
— Runguinho (@runguinho) 2 de febrero de 2019
El camino que han tenido que sortear los atletas ha sido tortuoso, ahora el mayor reto es que Panamá retome el sitial victorioso que una vez tuvo en esta disciplina.
Descubra en este video las vicisitudes y sacrificios que hacen nuestros atletas para intentar dejar en alto el nombre del país y los retos que tiene el voleibol para volver a sus años dorados.
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