La fiebre Oropouche, una enfermedad viral que no se reportaba en Panamá desde 1989, ha vuelto a encender las alarmas.
El Ministerio de Salud confirmó recientemente un caso en el país, aunque el paciente ya se encuentra completamente recuperado y fuera de peligro.
Los especialistas destacan que esta enfermedad es detectada principalmente por descarte, ya que hasta la fecha no existe una prueba específica para el virus de Oropouche.
Ante este panorama, el llamado es a reforzar las medidas de prevención para evitar la propagación de la enferme
Entre las recomendaciones destacan:
Evitar zonas boscosas:
Especialmente aquellas con alta humedad y densa vegetación, ya que los insectos que transmiten el virus son comunes en estos entornos.
Usar ropa adecuada: Prendas de manga larga y de colores claros pueden ayudar a reducir el riesgo de picaduras y facilitar la detección de insectos.
Aplicar repelentes:
El uso constante de repelentes es clave para mantener alejados a los mosquitos vectores.
Realizar controles médicos: Esto es especialmente importante en personas con el sistema inmunológico comprometido y mujeres embarazadas.
Una enfermedad silenciosa y difícil de diagnosticar
Los expertos señalan que la fiebre Oropouche puede pasar desapercibida debido a la falta de pruebas específicas y su diagnóstico depende del descarte de otras enfermedades.
Esto subraya la importancia de fortalecer la vigilancia epidemiológica y las medidas de prevención.
A pesar de que solo se ha reportado un caso, las autoridades recomiendan mantenerse alerta y seguir las medidas de protección, especialmente en las regiones con mayor riesgo de transmisión.
La vigilancia y la prevención son herramientas esenciales para proteger a las comunidades más vulnerables.
Síntomas
Los síntomas de la fiebre Oropouche son similares a los del dengue y suelen manifestarse entre 3 y 8 días después de la picadura del insecto infectado.
Incluyen fiebre alta, dolor de cabeza (a menudo detrás de los ojos), dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, escalofríos y malestar general.
También pueden presentarse enrojecimiento de la piel, sangrado leve en encías o nariz, y en casos raros, complicaciones como meningitis o encefalitis.
Los síntomas generalmente duran entre 2 y 7 días, pero algunas personas pueden experimentar recurrencias leves durante semanas.